Fórmula 1 en revolución: Mercedes juega con fuego y Red Bull tiene butacas vacías

Lo que muchos esperaban como un periodo de calma se ha convertido en un hervidero de rumores, negociaciones y movimientos estratégicos. Y aunque Max Verstappen cerró la puerta a Mercedes, el tablero sigue en movimiento.
Mientras la mayoría de los equipos blindaron a sus pilotos estrella ante los cambios regulatorios de 2026, Mercedes juega con fuego. "No hay un plazo en mis manos", admitió George Russell, cuyo contrato junto al debutante Kimi Antonelli sigue sin renovarse. La incertidumbre crece: ¿estrategia calculada o indecisión?
En Alpine, la rotación no da frutos. Tras descartar a Esteban Ocon y probar a Jack Doohan, ahora apuestan por el argentino Franco Colapinto. Ninguno ha sumado puntos. Mientras, Paul Aron, reserva del equipo, espera su oportunidad para convertirse en el primer estonio en la F1. Su sueño chocó contra la mala suerte la semana pasada: su monoplaza se averió tras apenas ocho vueltas.
El silencio de las fábricas no significa quietud. Detrás de cámaras, las piezas se mueven. Y cuando el semáforo se ponga en verde, más de una sorpresa podría cruzar la meta.