Tigres de Detroit colapsan en postemporada con ofensiva paralizada

Cada swing fallido, cada cuenta en contra, cada elevado inofensivo suma a la narrativa de una ofensiva que parece haberse quedado sin respuestas en el momento más crítico.
El martes, frente a los Marineros de Seattle, el equipo apenas logró cinco hits en ocho entradas. El pitcheo de Logan Gilbert los dejó paralizados: "No muchas rectas, muchos sliders y splitters. No pudimos ajustarnos", admitió el mánager A.J. Hinch. Gilbert, con siete ponches y cero boletos en seis entradas, fue implacable. "Fue el Logan de siempre: atacó la zona y nos hizo perseguir lanzamientos", reconoció el primera base Kerry Carpenter.
Detrás del marcador 8-1, un rally de tres carreras en la novena entrada solo sirvió para maquillar el resultado. El cerrador mexicano Andrés Muñoz liquidó el partido con dos bateadores enfrentados: un elevado y un doble play que congeló cualquier esperanza. "Sabemos que los brazos rivales son buenos, pero no estamos conectando", lamentó Carpenter.