Protesta palestina paraliza Vuelta a España y desata crisis política

Todo ocurrió durante la etapa que pasaba por Bilbao, cuando decenas de manifestantes irrumpieron en el recorrido portando banderas palestinas. Su objetivo: el equipo Israel Premier Tech, cuya participación en la carrera ha generado polémica desde que comenzó el conflicto en Gaza.
"Tenemos que mandar el mensaje a Israel, a la sociedad de Israel, tienen que comprender que Europa e Israel sólo se pueden relacionar cuando se respeten los derechos humanos", declaró el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, en una entrevista radial que agregó leña al fuego.
Los hechos:
El equipo israelí, por su parte, se mantiene firme en su postura: "Retirarnos sentaría un precedente peligroso para todo el ciclismo". Argumentan que su presencia no es política, sino deportiva, aunque reconocen haber sido advertidos sobre posibles protestas antes del inicio de la competencia.
La Unión Ciclista Internacional (UCI) condenó los hechos pero evitó pronunciarse sobre las declaraciones del gobierno español. Mientras tanto, la carrera continuó su rumbo hacia Madrid, donde concluirá el próximo 14 de septiembre, con el danés Jonas Vingegaard liderando la clasificación general.
Lo que queda claro es que este incidente ha abierto heridas que van más allá del asfalto. En un país donde la causa palestina cuenta con amplio apoyo político y social, el deporte se ha convertido, una vez más, en reflejo de tensiones globales.