Mondo Duplantis rompe su propio récord mundial de salto con pértiga con 6.30 metros

Y no lo hizo.

El atleta sueco-estadounidense, ya una leyenda viva del salto con pértiga, "apretó el puño, ajustó su mirada y convirtió el aire en su aliado una vez más", según describió un testigo. Con un salto de 6.30 metros, Duplantis no solo se colgó su tercer oro mundial consecutivo, sino que rompió su propio récord mundial por decimocuarta ocasión. La hazaña llegó en su último intento, sellando una noche donde el deporte se mezcló con teatro puro.

• El contexto: La última vez que compitió en este escenario —el Estadio Nacional de Japón— fue durante los Juegos Olímpicos de Tokio 2021, donde la ausencia de público le dejó un sabor amargo pese al oro.
• El detalle clave: Esta vez, la energía fue distinta. Duplantis interactuó con la multitud, incluso imitando el icónico gesto de Ichiro Suzuki antes de un bateo, un guiño a su hermano beisbolista y al público local.
• Los números: 49 victorias consecutivas desde 2022, un bono de USD 100,000 por el récord, y una pregunta flotando en el aire: ¿llegará a los 6.50 metros?

Mientras Duplantis celebraba con su familia —incluyendo a su prometida—, otro drama se desarrollaba en las pistas. Ditaji Kambundji, la suiza de 22 años, destronó a la plusmarquista mundial Tobi Amusan en los 100 metros vallas con un tiempo personal de 12.24 segundos. "No podía creerlo cuando vi el marcador", admitió Kambundji, cuya reacción de sorpresa se volvió viral.

Pero no todo fueron finales felices. En los 3,000 metros obstáculos, Soufiane El Bakkali, bicampeón mundial y olímpico, quedó relegado al segundo lugar por apenas 0.07 segundos frente al neozelandés Geordie Beamish. La imagen del marroquí arrodillado en la pista, con la frustración dibujada en su rostro, contrastó con la resiliencia de Beamish, quien dos días antes había sido pisoteado en una caída durante las eliminatorias.

El campeonato sigue dejando claro que, más allá de los récords y los metales, el atletismo es un deporte de momentos. Y esta noche, Duplantis volvió a demostrar por qué es el maestro de ceremonia.

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