NUEVA YORK
Los dueños del certamen aseguran que genera ganancias para el país que organiza la final pero la realidad es que apenas recuperan la inversión.
La organización del certamen Miss Universo suele abordar los temas espinosos con silencio. A pesar de los numerosos intentos de EL UNIVERSAL por hablar con la Relaciones Públicas del concurso del millonario Donald Trump para conocer más detalles acerca de la decisión de realizar el evento en Las Vegas en el que se elegirá a la mujer más bella de entre los 80 países que se espera participen, la organización optó por no dar detalles.
Finalmente se confirmó que el gobierno dominicano no quiso apoyar el evento que representa un coste de seis millones de dólares.
Según declaraciones de los voceros del gobierno dominicano, en una época de crisis en la que debe imperar la austeridad económica y la cautela, no es viable que un país en vías de desarrollo como lo es la República Dominicana invierta tanto dinero en un evento, a pesar de que se trata de el certamen de belleza más famoso.
“Debido a las medidas de austeridad del gobierno dominicano es imposible aportar los seis millones de dólares que se piden”, dijo José Ramon Peralta, ministro administrativo de la República Dominicana. Cabe destacar que el país caribeño se encuentra negociando actualmente un nuevo programa de ayuda económica al Fondo Monetario Internacional, pues desde 1996 ha recibido un paquete de ayudas que asciende a 1.66 billones de dólares.
Paula Shugart, presidenta de Miss Universo, asegura que los beneficios económicos que un certamen como éste conllevan son mucho mayores que el costo que requiere organizarlo y que la Institución pide. Sin embargo, ni siquiera las empresas privadas del país azotado por la crisis lograron salvar el proyecto de coronar a la nueva Reina de Belleza el próximo 19 de diciembre de 2012.
La realidad, sin embargo, refleja lo contrario. Cuando Panamá organizó Miss Universo en 2003, desembolsó los 10.8 millones de dólares con la promesa de que generaría 60.
Al final, el gobierno aceptó que sólo obtuvo 11 millones de dólares.
No hay que olvidar que, desde 1996, el dueño de Miss Universo es el magnate neoyorquino de los negocios Donald Trump, con lo cual es de esperar que el hacer el concurso rentable sea la máxima prioridad al momento de elegir a las mujeres más guapas del planeta. Así, el trasladar el evento a Las Vegas hace mucho sentido. Será desde el Hotel Planet Hollywood Resort & Casino desde el cual se transmitirá la competencia por el trono a labelleza que se calcula es seguida por mil millones de personas en todo el mundo.
No es la primera vez que la República Dominicana le produce dolores de cabeza a Mr. Trump, pues en 2003 Miss Universo premió a la primera reina de belleza dominicana Carolina Durán Baldera.