Chespirito no regresará a vivir al Distrito Federal Informa su hija

La altitud y la mala calidad del aire perjudican severamente su salud; seguirá en Cancún

...

Tu opinión es muy valiosa para mí y me ayuda a crear mejor contenido para ti.
Por favor, indícame qué fue lo que no te gustó.

¡Gracias por calificar mi nota! Nos ayuda mucho para crear más contenido como este.
Nueva York

La altitud y la mala calidad del aire perjudican severamente su salud; seguirá en Cancún.

Es probable que el actor y comediante mexicano Roberto Gómez Bolaños no regrese más a la Ciudad de México, pues la altitud de aquí y la mala calidad del aire perjudican severamente su salud, informó su hija Marcela Gómez Fernández.
Por salud es mejor que no venga para acá, pues el simple viaje lo cansa mucho. Cuando le rindieron el homenaje (en febrero pasado) no es que el evento lo agotara sino su estadía en la ciudad.
La altura de la capital mexicana, aunada a la contaminación, es algo que no le beneficia, por eso él está muy bien en Cancún, viviendo al nivel del mar. Es el mejor lugar para alguien que padece de problemas respiratorios a consecuencia del tabaquismo que tuvo durante algún tiempo”, explicó Marcela.
Dijo que en esa región del estado de Quintana Roo el reconocido creativo y escritor mexicano puede hacer su vida normal sin la necesidad de usar un tanque de oxígeno.
Él tiene muy buenos médicos que lo atienden allá, así que no hay necesidad de que venga para acá. Lo extrañamos mucho, pero estamos en contacto todos los días a través del teléfono y del Twitter”, indicó su hija, quien es presidenta de la Fundación Chespirito.
Sí camina y escribe sus historias desde Cancún
Aclaró que su padre sí puede caminar, pero cuando está en lugares públicos, por precaución prefiere hacer uso de la silla de ruedas.
Se cansa fácilmente porque ha perdido un poco de fuerza y movilidad debido a su edad, pero sí camina, sube y baja escaleras; sin embargo, siempre que está en cualquier evento público por protección y seguridad prefiere estar en la silla de ruedas para que no haya accidentes.
La gente tiene una expresión afectiva muy padre hacia él y por esta afectividad de pronto corre el riesgo de que un empujoncito o lo que sea y se vaya para abajo”, comentó.
En su casa de Cancún, precisó Marcela, el artista de 83 años además de estar en contacto con el público a través de las redes sociales, continúa escribiendo historias.
A diario está en el despacho donde escribe y revisa guiones para ajustarlos. Es muy activo y le gusta sentarse frente a la computadora para echar a volar su creatividad, aunque no sabemos qué planee hacer con ese trabajo”, concluyó.

Comparte esta noticia