México, DF
Ni los años, ni la enfermedad, ni la maternidad ni tristes episodios como el fallecimiento de su madre fueron capaces de aplacar el lado “salvaje” de Thalía, quien pese a ofrecer su lado más “intenso” en su último disco, “Habítame siempre” (Sony Music), asegura que “siempre” será “la hembra sandunguera”.
El undécimo disco de estudio de su carrera, que se publica ahora en España, llega después de “Lunada” (2008) , el álbum menos exitoso de su carrera -cuando estaba “sin disquera” y postrada en una cama por una extraña enfermedad-, y “Primera línea” (2010), un acústico que se convirtió por contra en el más vendido.
Esa oscilación entre momentos altos y bajos parece una constante en su vida. “En estos tres últimos años viví muchas experiencias maravillosas, como el nacimiento de mi hijo, y otras muy tristes, como la pérdida de mi madre”, explicó la mexicana, que sintió la necesidad de guardarse un poco y “mudar la piel”.
Como resultado del proceso, surgió “Habítame siempre”, “un disco muy intenso en felicidad y en tristeza”, compuesto por temas inéditos como “Manías”, el single, y clásicos como “Bésame mucho” o “Tómame o déjame”, con una instrumentación poderosa que a veces le hizo difícil reprimir las lágrimas.
“En algunas canciones era casi imposible terminar o pasar de cierta frase por el sentimentalismo o por los arreglos” , recordó Thalía sobre la grabación, en la que primó las técnicas tradicionales con los músicos, “el sudor del estudio” -dijo- frente al abuso de lo digital.
Contó además con un importante plantel de estrellas, como Michael Bublé (que le devolvió así el favor de su colaboración previa en el disco navideño del canadiense) y Robbie Williams, interpretando en español «Muñequita linda (Te quiero, dijiste) ».
“Fue destino que pasara este dueto” , comentó sobre uno de los momentos “más chistosos” del proceso, ya que el día que debían grabar el tema, Williams tuvo que abandonar precipitadamente el estudio tras recibir la llamada de su mujer, que estaba a punto de alumbrar a su primer hijo.
Por si no fuesen suficientes bazas, profesionales de la talla de Humberto Gatica, Armando Ávila y Walter Afanasieff se encargaron de la producción bajo la batuta de Tommy Mottola, el que durante años fuese máximo mandatario de Sony, ex marido de Mariah Carey y actual esposo de Thalía.