México,Df
La actriz tapatía concursó en Nuestra Belleza Jalisco en 2003, pero no pensaba dedicarse a la televisión, hasta que se encontró casualmente al director del CEA
Después de haber despertado pasiones con su papel de ‘Marcela Morales” en la telenovela “La Mujer del Vendaval”, la tapatía Ariadne Díaz sorprende con su aparición en la edición de abril de la revista Open, donde además de coquetear en todo momento con la cámara y lucir esplendorosa en las fotos, habla de su gusto por los piercings, sus amores y su resistencia a ingresar a la televisión.
En la entrevista, la actriz quien emergió al mundo de la farándula luego de su participación en la edición de Guadalajara del concurso Nuestra Belleza en 2003, relata que su incursión en el medio televisivo fue incidental, y que su intención era estudiar medicina o ballet clásico.
Un día, recuerda, “fui a visitar a un amigo al canal 4 de televisión (en Guadalajara) y justo afuera se me acercó alguien, tocó el vidrio del coche y me pidió que participara en un casting para el canal 6. Yo no quería, pero me convenció porque dijo que había pocas participantes, que sería una pasarela muy corta.
“Fue muy chistoso porque dejé mis datos y cuando regresé a casa mi mamá me habló de Puerto Vallarta y me dijo: ‘no sé qué hiciste, pero te están buscando como locos. Revisé mi buzón; llamé y supe que me habían elegido, pero la siguiente etapa sería en la ciudad de México”.
Ariadne cuenta que moría de miedo y no asistió, porque tenía ya armado un plan de vida, con todo y novio. Al otro día le hablaron porque el señor Eugenio Cobo, director del Centro de Educación Artística de Televisa (y quien fue el que la buscó en su coche, lo supo después) preguntaba por ella. Así fue como, en una segunda oportunidad, ingresó a la televisión
También comenta que en su vida en su natal Puerto Vallarta aprendió a colocar piercings y ella misma perforó su nariz para ponerse uno.
Confiesa que para a ir a la escuela se lo quitaba o colocaba uno transparente para que no se notara; ahora en el desarrollo de su carrera, dice que únicamente lo ha podido usar para un personaje.
De los tatuajes, señala que le gusta verlos en otras personas, pero en su caso, “nunca he visto alguno que me quiera poner ni sé qué lugar del cuerpo me tatuaría (de manera permanente”).
Comenta que el problema con los tatuajes es que para las telenovelas hay que esconderlos con maquillaje todos los días y eso te representa una tarea adicional. “Te tardas un poquito más, pero no te perjudica”, dice la protagonista.