México, df
Este es un sueño y un autorregalo que me quería dar, tener aquí a mi madre y poder cantar con mi hija
Una velada musical llena de versatilidad y fuerza interpretativa que transitó de la trova al tango, el bolero y el bel canto, fue el regalo de la cantante mexicana Guadalupe Pineda a las mamás en su día, durante el concierto que ofreció anoche en el Auditorio Nacional.
La voz de la cantante resonó en el Coloso de Reforma para dar “Gracias a la vida”, con el acompañamiento de la Orquesta Filarmónica de Acapulco, integrada por 80 músicos dirigidos por Eduardo Álvarez.
Luciendo un largo vestido verde turquesa y una elegante gabardina blanca, la intérprete inició el recorrido musical con temas como ‘Fina Estampa” y ‘El vendedor’, que definió como canciones de amor y esperanza.
‘Es una gran alegría estar esta noche con ustedes, en la que México palpita a través del corazón de nuestras madres’, fueron las palabras de la cantante antes de interpretar ‘Cómo fue’, ‘El unicornio azul’ y ‘Amapola’.
Pineda llamó al escenario a la primera invitada de la noche, su hija Mariana, para juntas cantar ‘Solo para ti’, de Camila. ‘Este es un sueño y un autorregalo que me quería dar, tener aquí a mi madre y poder cantar con mi hija”.
Llegó el turno del tango, con una versión de ‘El día que me quieras’, en la que la cantante estuvo acompañada de un bandoneón e imágenes multimedia que se proyectaban en las pantallas.
Con la elegancia y arrojo, la cantante sorprendió a los asistentes con el tema “Granada”, en el que hizo gala de su calidad interpretativa con una voz de ricos matices, para luego ser cobijada por una oleada de aplausos.