México, DF
El trío demostró cómo el sonido glam-rock ha vencido los estragos del tiempo.
Al igual que la andrógina figura de su vocalista Brian Molko, la propuesta musical de Placebo parece no envejecer.
El trío anglo-sueco-estadounidense demostró el domingo cómo el sonido glam-rock, herencia del legendario David Bowie, ha vencido los estragos del tiempo para convertirse en un clásico sonoro y estético.
Junto con la banda mexicana Zoé, Placebo fungió como estelar en la cuarta y lluviosa jornada con la que cerró el Festival Vive Latino, que durante su 15a edición reunió a unos 240.000 asistentes en el Foro Sol de la capital mexicana, de acuerdo con cifras de los organizadores.
En un escenario decorado en tonos oscuros y barras de luces de colores, Placebo inició su actuación entre el delirio de los asistentes a los muy eléctricos acordes de “B3”, tema al que siguieron “For What It’s Worth”, “Every You Every Me”, y algunos cortes de su nuevo disco “Loud Like Love”, como “Too Many Friends”, “Scene of the Crime” y “A Million Little Pieces”.
Con la cabellera lacia teñida de negro, los ojos delineados y un elegante traje oscuro, el vocalista británico saludó al público en un perfecto español: “Buenas noches, muchachos, muchachas, pendejos, pendejas. Mi nombre es Brian Molko y mi banda se llama Placebo. Esta noche es tan fuerte como el amor”.
El concierto del trío de britpop (pop británico) fue una experiencia de la que resultó casi imposible marcharse insatisfecho. Placebo ha construido en México una fiel base de seguidores y la euforia que desató el domingo recordó a aquella memorable noche de noviembre de 2003, cuando el trío también integrado por el bajista Stefan Olsdal y el baterista SteveForrest ofreció un emotivo recital junto a Café Tacvba y Gustavo Cerati en el mismo Foro Sol.
Más tarde llegó Zoé para inmortalizar su participación en el famoso festival mexicano de rock, donde presentó un ambicioso espectáculo que incluyó decenas de luces LED, así como visuales y consolas de alta tecnología en una experiencia audiovisual resultado de la colaboración del quinteto con el productor Alexis Laurentis.
El recital de la agrupación a la que dan vida el vocalista León Larregui, el guitarrista Sergio Acosta, el bajista Ángel Mosqueda, el tecladista Jesús Báez y el baterista Rodrigo Guardiola se dividió en varios segmentos, en los que sonaron desde sus nuevos éxitos “10 A.M.” y “Arrullo de estrellas” hasta clásicos de su discografía como “Vía Láctea”, “Nada”, “Paula”, “Poli” y “Labios rotos”.
“Buenas noches. Muchísimas gracias por todo ese cariño. Nunca se olviden de seguir luchando. México es un gran país, un gran pueblo. Hay que luchar”, dijo Larregui antes de cerrar su actuación con “Love”.
Por los otros cuatro escenarios montados en el Foro Sol desfilaron Julieta Venegas, La Ley, Chocquib Town, La Gusana Ciega, Rebel Cats, Troker, Consulado Popular, La Vida Bohème y Fito Páez, quien debutó en el festival.
El regreso del grupo chileno La Ley a México fue uno de los actos más celebrados el domingo, cuando el vocalista Beto Cuevas, el guitarrista Pedro Frugone y el baterista Mauricio Clavería subieron al escenario principal para repasar su historia a través de canciones como “Cielo Market”, “Doble opuesto”, “Día cero”, “Un nuevo día” y “El duelo”. Para este último tema Cuevas invitó a Ely Guerra a fin de revivir aquella colaboración del trío sudamericano y la artista mexicana en el en vivo de 2001 “La Ley MTV Unplugged”.
Fito Páez subió al escenario Unión Indio para protagonizar uno de los momentos más emotivos de la maratónica jornada musical, donde hizo un recorrido por sus 23 años de trayectoria musical con clásicos como “El amor después del amor”, “Al lado del camino”, “Dar es dar”, “Mariposa Tecknicolor”, “Yo te amo” y “Margarita”.
La banda venezolana La Vida Bohème dedicó su actuación a su país y se pronunció por la paz social y el cese a la violencia en esa nación sudamericana. Previo a su participación, el vocalista Henry D’Arthenay dijo que su presencia en el festín rockero era “casi un milagro”, debido a la crisis política, social y económica del país, donde las aerolíneas internacionales han reducido los vuelos.
Las sorpresas de la jornada las dieron el cantante Cristian Castro, quien tuvo una breve participación en el festival con su proyecto de rock La Esfinge, y la actriz de telenovelas y cantante Laura León, quien fungió como invitada especial del polémico rockero Silverio.
Por primera vez, en 15 años de historia, el Festival Vive Latino ofreció cuatro intensos días de actividades con más de 170 bandas anglo e hispanohablantes como invitadas, ciclos de cine y literatura.