MÉXICO, DF
Antes de encarnar a Hulk, trabajó al lado de Gwyneth Paltrow, Meg Ryan, Leonardo DiCaprio, Laura Dern, Joaquin Phoenix, y con directores como Jane Campion, Lisa Cholodenko, Ang Lee, David Fincher y Martin Scorsese.
Aunque contaba ya con más de diez años de trayectoria y compartió pantalla con grandes estrellas, Mark Ruffalo realmente alcanzó la notoriedad después de ser Bruce Banner, el Hulk de ‘Los Vengadores’, no obstante que era considerado uno de los mejores actores de su generación.
Fue nominado al Oscar por ‘Los Chicos Están Bien’ en 2010 y su carrera ha tenido intereses diversos entre el cine independiente y el más comercial. Con estos antecedentes protagoniza ahora ‘Volver a Empezar’, una película en la que comparte créditos con Keira Knightley y que muchos consideran ya la gran sorpresa del año. Ruffalo encarna a un productor musical que recibe una nueva oportunidad al descubrir a una talentosa cantautora, con las vicisitudes que este ámbito implica, no muy distintas a las de la industria del cine.
¿Por qué comentaste que no fue fácil interpretar a un productor musical?
“Es un hombre complicado, alcohólico, con una vida familiar difícil —está distanciado de su esposa y su hija— y una carrera que no va a ningún lado hasta que conoce a Gretta (Knightley). Siempre pensamos en las figuras del negocio del espectáculo como jugadores sin escrúpulos, que ganan millones y viven de modo extravagante, pero Dan Mulligan, mi personaje, no tiene nada de eso. No es un fracasado en su ramo, pero está a punto. Siente que ésta es su última oportunidad... Y bueno, entrar en un personaje así, llegar al estado mental que se necesita, fue algo muy difícil porque realmente no tiene nada qué ver conmigo. Y eso es lo que hace atractivos a los personajes para quienes los interpretamos… Dan lo ha perdido todo o casi todo, le queda apenas un poco de su dignidad y entusiasmo; pensé, qué duro llegar a un punto en tu vida, a mitad de tus cuarentas, y estar así, tener que arriesgarlo todo por un último chance de anotar… eso es lo que lo hace humano y muy atractivo”.
Lo que parece una historia trillada de fracaso y triunfo, es aquí mucho más que eso…
“Exacto. El guión de John Carney está muy bien escrito; es muy duro y al mismo tiempo cálido, está lleno de una verdad que nos sorprende porque no estamos acostumbrados a ella, a ver que las cosas se desarrollen así, mucho menos en una cinta de este corte. Pero esa es la especialidad de John, mostrar el lado más luminoso de la humanidad. Cuando vi su película anterior, en realidad su debut, ‘Once’, me dejó impresionado no sólo su estilo al dirigir, que es muy directo, muy involucrado, como vine a descubrir cuando trabajé con él en esta cinta, sino también su enorme capacidad narrativa y la manera en que hace que todos los elementos —en este caso no sólo la historia de interés humano, sino también la música, que es un elemento indispensable— se incorporen a lo que quiere contar y cómo lo consigue. John es un artista completo y su trabajo en la película lo deja muy claro”.
Uno de los grandes atractivos de la película es precisamente la música.