En Familia con Chabelo cumple 46 años

Cd. de México.

Xavier López que llegará a los 80 en febrero, celebra este día con su programa de gran tradición.
Nada en la vida del leonés Xavier López Rodríguez, mejor conocido como Chabelo, próximo a cumplir 80 años el 17 de febrero, ha sido producto de la casualidad.
Su constancia, perfeccionismo y longevidad al frente de su programa de televisión En familia con Chabelo, que este domingo cumple 46 años al aire, más de 7 mil 002 horas al aire, con tan sólo 7 ausencias a lo largo de sus transmisiones y el más antiguo de la televisión mexicana, tiene claras referencias de su infancia y de experiencias asimiladas en su quehacer profesional.
Para hallar las claves del éxito y permanencia con su programa, habría que remontarse a la infancia de Xavier López, quien supo en carne propia lo que eran las limitaciones económicas al seno de su familia.
Debió trabajar en el campo y, contrario a lo que pudiera pensarse, usar pantalones cortos fue para él un triste recordatorio de dichas carencias y que influirían al crear su querido personaje: “Lo que más me hacía sufrir en mi niñez era usar pantalones cortos. Por la situación económica, era la única manera que tenía mi mamacita de vestirme”.
De adolescente, ya en la Ciudad de México, fue vendedor de huevo, libros, detergente y durante cinco años, en el Hipódromo de las Américas, vendió cigarrillos codeándose con gente de un nivel socioeconómico alto.
Agudo observador para sobrevivir en la gran metrópoli, la gran lección en la vida del joven, y que aplicaría en su trayectoria en la televisión, fue cuando tuvo la oportunidad de representar a México en la disciplina deportiva de lucha grecorromana en los Juegos Olímpicos de Helsinki, en Finlandia, en 1952, luego de conquistar el campeonato nacional de la especialidad.
Para poder asistir, en ese entonces, era necesario que obtuviera un patrocinador y la cantidad de 40 mil pesos.
“Por pena o temor no entré a una de las casas comerciales que podía ayudarme. Pensaba que iban a creer que sólo pretendía estafarlos”, dijo.
El plazo para reportarse en el Comité Olímpico Mexicano se venció y Xavier fue reemplazado por el subcampeón, a quien él ya había derrotado. “No poder asistir, recordó, me dolió mucho, al grado que no lo he podido superar”.
Dicha experiencia, en cambio, le sirvió para borrar de su léxico el “hubiera”, “porque eso no existe”.
Pese a abandonar sus estudios de Medicina (una de sus vocaciones) en el segundo semestre debido, en parte, a un agotamiento por incursionar al mismo tiempo en la radio y la televisión, como ejecutivo “V”, como él lo ha mencionado: ‘ve por las tortas’, ‘ve por los refrescos’, fue diagnosticado con principios de anemia cerebral.
Xavier López tomó la decisión de ser actor y estudiar (su maestro fue Seki Sano), pese a la renuencia y enojo de su padre, quien consideraba el medio artístico de lo más degenerado. Con sus primeros ahorros llegó a invertir en un sanatorio que luego vendió.
El personaje de su vida llegó con Chabelo, de la mano de su padre artístico, Ramiro Gamboa, El tío Gamboín, en el programa Carrusel musical.
Para crear al personaje que lo ha acompañado desde 1953 se inspiró en un amigo de su infancia en León. Chabelo, como lo señala el mismo actor en la edición de Somos, de 2003, fue extraído de un libro de chistes.

NO A LA EXCLUSIVIDAD
Una de las claves de la permanencia de Chabelo en la televisión ha sido darle la espalda a cualquier tipo de exclusividad.
Como todo en  su vida, aprendió que “casarse” con un patrocinador tiene sus bemoles.
Tras su incursión en este medio y ya con un nombre artístico que lo respaldaba, firmó para Pepsi Cola un contrato de exclusividad por siete años, pero de pronto le cancelaron el contrato y su carrera se vino abajo.
“Me estaba muriendo de hambre, no tenía dinero para darle de comer a mi mamá y a mis hermanas. Luego de esa triste experiencia me prometí que nunca sería exclusivo de nadie y lo he cumplido. Nunca imaginé que estar casado con una marca se convertiría en un problema. De ahí que la política de mi programa En familia sea darle cabida a todo tipo de patrocinadores”, declaró.
Xavier López debió probar fortuna en Estados Unidos durante siete meses, porque en México nadie lo contrataba.
De regreso en México consiguió la conducción de un programa para canal 5, Media hora con Chabelo, que permaneció siete años al aire, hasta que llegó En familia, un programa que vislumbró para los domingos a las siete de la mañana y por el que lo tacharon de ‘loco’.

NO MENTIRLE A NIÑOS
El domingo era el mejor día del niño Xavier: “Sigue siendo el mejor de la semana, mi mayor felicidad era ese día levantarme a la misma hora que entre semana, para meterme a la cama con mis papás. El domingo es por lo regular el día en que la familia está reunida por naturaleza: eso sigue sucediendo después de todos estos años”.
Pero quizá su palabra clave para la permanencia de su programa ha sido el amor...”Amo profundamente lo que hago. Chabelo ha ido cambiando. Si me hubiera quedado con el Chabelo de entonces, ya habría tronado (sic). La única condición para que el niño crea en uno es la sinceridad. Si no soy honesto con ellos, lo perciben. El día que me sienta más listo que ellos y quiera mentirles van a decir :‘¡Oye viejo, no acepto la mentira!”.
Clave de su permanencia ha sido la fidelidad de los patrocinadores hacia él y su programa, cuyo sistema de ventas es de ‘integración’: Xavier López, a través de su agencia de publicidad, paga el tiempo aire a Televisa y él trata con los patrocinadores, a través de Verónica Albor, su coordinadora de producción, quien designa si el anunciante se ‘integrará’ a una mención, un concurso o un anuncio de mayor tiempo.
Y si algo faltara para lograr la permanencia y el éxito durante tantos años, Chabelo sigue siendo de carne y hueso: “No soy un educador ni he pretendido nunca serlo”.

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