Fifth Harmony rompe el estereotipo

Ciudad de México
El pop está lleno de prejuicios y la penitencia la cargan las girl group: descerebrados, artistas de plástico, niños bonitos y chicas guapas, sin talento...
La lista para calificar a las promesas juveniles son interminables y las chicas de Fifth Harmony, el fenómeno que ya sobrevivió a la salida de Camila Cabello el año pasado y a la maldición de los cinco años de duración de este tipo de alineaciones, lo tienen en mente.
“Todo mundo nos tiene en el concepto de ser una banda construida, hecha, con gente que nos hace todo. Es chocante y desconcertante”, interviene Normani Kordei, una de las cuatro del grupo estadounidense en su camerino, “y tampoco podemos dejar las cosas así, por eso estamos en una nueva etapa que nosotros calificamos de total libertad creativa: nosotras empezamos a componer, llevamos música, elegimos productores; metemos los ritmos que a todas nos gustan y llevamos a otro nivel las letras que cantamos”, agrega en su platica con Excélsior.
Nada se habla de Cabello. No se menciona ni una sola vez, ni para dar contexto a su tan mencionada “nueva etapa”. Evaden el nombre, no lo quieren decir o regresar a discutir su relación con ella.
Pero lo cierto es que Normani, Ally, Dinah y Lauren se han tomado en serio su renacer, se ríen entre ellas. Cotorrean sin hipocresía ni malas caras. Se ríen porque Ally quiere tatuarse a su gato y siguen platicando a prisa porque su show estaba por arrancar en la CDMX.
El segundo capítulo de Fifth Harmony viene con una ruptura del estereotipo pop que todos odian, ya dieron el primer paso a una mirada social y política con la canción Bridges, la que cierra su tercer disco homónimo que ya está a la venta.
“Todo comenzó por conversaciones en el estudio. Platicábamos con Sebastian Kole, uno de nuestros productores, que hay mucha separación en el mundo y hay ideas que quieren promover la división.
“De alguna manera nosotras somos una banda multicultural de raíces mexicanas, cubanas, polinesias; de nacionalidad americana y estamos juntas. Es nuestra responsabilidad mandar el mismo mensaje de unidad, positivo y amor, porque es lo que se necesita, que la gente hable de unión y no de odio”, contó Ally.
Lo hacen de corazón, no por oportunismo. Han vivido de cerca la segregación. Lauren extendió una carta a Donald Trump recordando que EU fue construido por inmigrantes y que no tolerarían otra Alemania nazi, mientras que Normani, el año pasado, recibió comentarios racistas a través de Twitter, atacándola por su color de piel.
Es posible que tomemos un camino diferente a partir de aquí, no lo sabemos, es muy temprano, pero Bridges fue la manera de concluir fuertemente un disco que disfrutamos grabar con amigos y gente como Sonny Moore (Skrillex)”, comentó Dinah.
La bandera que tienen bien levantada es la del empoderamiento de la mujer, pero no sólo por tratarse de un grupo de cuatro chicas, sino porque saben a la perfección que su público son mayoría mujeres, chicas adolescentes y jovencitas a punto de adentrarse al mundo laboral.
“Hemos estado enfocadas en la representación de la mujer trabajando en equipo sin la necesidad de conocerse entre ellas. Así pasó con nosotras el día uno y creemos que es una llave de apertura para todas allá afuera. Es primordial para nosotras alentarlas a la comunidad y a la confianza en sí mismas.
“Nuestro concepto de feminismo no es radical, es de acción. Somos partícipes de mostrar siempre fortaleza, de usar la perseverancia para alcanzar el sueño. Pero al final del día, el verdadero feminismo clama por equidad entre hombre y mujer, eso se llama respeto por el ser humano”, compartió Lauren.