Ricky Martin alza la voz
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El Diario de SonoraEl conflicto bélico entre Ucrania y Rusia no le es indiferente al cantante boricua Ricky Martin, quien sabe que la música es una aliada para la paz durante las crisis humanitarias. Su mayor deseo es que cuando sus seguidores lo escuchen en vivo, este 8 de marzo en el Foro Sol de la Ciudad de México, se olviden por un momento de sus problemas, pero también hagan, junto a él, una reflexión acerca de lo que sucede en el mundo. Así lo dijo durante su visita a México, previo al inicio de su Movimiento Tour.
“Siempre que entro al escenario, lo primero que digo es: ‘vamos a olvidarnos de todos los problemas en el hogar, en el país, en el mundo y estas dos horas de música, quiero que simplemente seamos libres’. Es lo que siempre digo en mis conciertos y se activa una energía bonita, porque la gente ya tiene muchos problemas y lo que quiere es un poco de entretenimiento, por eso van a mis conciertos.
“Pero con algo tan descarado como lo que está pasando ahora (en Ucrania), sé que me tomaré un momento para que el público tome conciencia, pueda soltar un poco de amor y activar un pensamiento positivo ante lo que está pasando.
“A veces, como mecanismo de defensa, no queremos ni siquiera leer lo que está sucediendo, pero lo que está pasando es difícil, serio y nos afecta a todos. Así que hay que hablar un poquito de la paz y de la salud mental que repercute en todos”, afirmó Ricky Martin, en un hotel de Paseo de la Reforma.
Con Pausa, su anterior, lanzado en 2020, en pleno auge de la pandemia, el cantante propuso un sonido útil para niños con autismo y personas con problemas de depresión y ansiedad, al usar la tecnología Orbital Audio.
“He creado dentro de esta pandemia un sonido inmersivo, que da calma y paz, que me ayuda a estar bien con la ansiedad, la depresión y es para todo el mundo, afortunadamente. Creo que vamos a poder impactar a la comunidad que vive dentro del espectro del autismo, también. Aquí, lo que queremos es, no importa la edad, sentirnos bien como estamos el día de hoy. Para eso, hay que empezar desde adentro y ahí vamos”, expresó el nacido en San Juan, Puerto Rico, el 24 de diciembre de 1971.
Actualmente prepara los conciertos que ofrecerá en diferentes sedes de la República Mexicana, tales como el Foro Sol en la Ciudad de México el 8 de marzo; Monterrey, el 10; Guadalajara, el 12; Veracruz, el 16; Querétaro, el 18; y Zacatecas, el 20, donde nuevamente se encontrará con su público cara a cara.
Pero no sólo la música está entre sus actividades recientes. También su faceta de empresario con la nueva línea de skincare, Kumiko, diseñada para el cuidado de la piel. A sus 50 años de edad, con más de cuatro décadas de trayectoria, múltiples premios Grammy y Latin Grammy en el bolsillo, ¿a Ricky Martin le preocupa el paso del tiempo en su cuerpo?
“Tengo 50 años y nunca he querido verme más joven de lo que soy. Simplemente quiero verme bien a mi edad. En esta pandemia, hemos podido enfocarnos un poco en el bienestar, tanto ya sea con la meditación, el sicoanálisis, un tiempo en el gimnasio, caminatas en el mar, simplemente ver cómo mis hijos crecen. Eso es el bienestar.
“Ahora soy dueño de skincare. Después de toda la vida haber probado todo tipo de cremas, dije: ‘¡ésta es la verdadera y está haciendo algo por mí!’.
POR LAS MUJERES
Será en su Movimiento Tour cuando el público mexicano escuché en vivo su más reciente sencillo Otra noche en L.A., Tiburones y Recuerdo, pero también donde haga presente su voz por los derechos de las mujeres, pues justo se presentará en la CDMX en el Día Internacional de la Mujer 2022.
“Estando aquí en México voy a gritarlo a los cuatro vientos y voy a responsabilizar a los líderes políticos. Tienen que hacer algo ante los feminicidios. ¡Basta ya del cinismo! Lo que yo pueda hablar delante de las cámaras, del movimiento que tiene que existir para que la mujer se sienta cómoda y protegida, lo haré. Me voy a estar reuniendo con mujeres que están aquí, que han vivido ataques, para que me llenen con esa fuerza y así poder hablar en su nombre. Simplemente me uno como aliado”, acotó el intérprete de Livin’ la vida loca y La mordidita.
AMOR PATERNAL
Y como padre, ¿cómo concilia su faceta paternal y personal con la musical?
“Normalmente mis hijos viajan conmigo, están acostumbrados a las giras. Con la pandemia y todo cambió. Empecé a hacer una gira junto a Enrique Iglesias, en EU, con un protocolo severo para covid y afortunadamente nadie se enfermó, todo salió de maravilla. Pero, ahora mis hijos tienen que esperar un poquito para ver cómo fluye todo en cuestión de la salud. En cualquier momento vuelven a girar conmigo. No puedo dejarlos solos. Traje a mis hijos a este mundo para que estén conmigo. Mi esposo (el pintor sueco Jwan Yosef) me ayuda mucho en esta locura y ambos creamos un plan.
“Mis hijos son los más críticos del mundo, no tienen filtros y lo agradezco. Es un toque de humildad. Cuando crees que te las sabes todas, luego llegan tus hijos. Son lo mejor que me ha pasado ”, dijo sobre sus hijos Matteo, Valentino, Lucía y Renn.
LA MÚSICA, SU POLÍTICA Y RELIGIÓN
Ante lo que sucede en el mundo, Martin es activista en diferentes vertientes, como los derechos de la comunidad LGBTQ+ y la injusticia social. Es por ello que ha pensado en la política como una opción, pero por ahora, considera que comunica y colabora mucho más con la gente a partir de la música.
“Con la música puedo hacer más, creo. No cierro la posibilidad de la política, pero el poder de convocatoria que me da la música es muy poderoso y con mi fundación (que lleva su nombre y está dedicada a combatir la trata humana) he podido conocer grandes líderes y llevar mi mensaje a mesas en las que sé que quienes están ahí, hacen leyes y les dan fuerza. Seguiremos haciendo música para crear impacto.
“Con mi fundación hemos podido rescatar a niñas de la calle que están a punto de ser obligadas a entrar al mundo de la prostitución. Sentarme con las víctimas y escuchar su rehabilitación, me deja muchísimo. Pero si tengo que ir a Washington o a Puerto Rico a hacer un poco de cabildeo, lo hago”, destacó el exponente de discos como A quien quiera escuchar, Life, Almas en silencio y Vuelve, entre otros.
Para Enrique Martín Morales, su nombre real, la música es su calma, su discurso, su terapia para combatir la ansiedad y para comunicar sus pasiones con su familia, sus hijos y el mundo.
“La música es mi religión. Algo pasó en esta pandemia, donde me vi encerrado en cuatro paredes con un nivel de ansiedad que fue intenso y a la par, tenía que estar en calma para que mis hijos no entraran en pánico. Hice un trabajo de sicoanálisis muy poderoso para estar bien y, además, tengo la música.
“Con Pausa, que obtuvo el Premio Latin Grammy al Mejor álbum vocal pop, en 2020, pensé en hacer algo de impacto social y entramos al sonido inmersivo y lo quería perfeccionar para encontrar un beneficio: la calma y la paz. Hicimos mezclas donde podíamos hacer que el piano solo viajara alrededor de tu mente; lo mismo con el chelo y las voces. Tenemos la patente y según los médicos, vamos a poder impactar a pacientes de depresión, ansiedad y personas que viven con autismo. La música es mi calma y a mis hijos, les doy música. La salud mental es algo de lo que no hablamos, pero a mí, que padezco de ansiedad, me hace bien hablar de ello.
“La nueva industria musical es un reto constante, no me deja de sorprender. En algún momento me retiraré, pero hoy tengo la energía, la fuerza, el gusto y el aplauso del público para seguir haciendo; la inspiración me sigue seduciendo, así que seguiremos aquí”, concluyó.
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