Barry debate entre lo feliz y lo triste
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El Diario de SonoraLa serie de HBO Max, Barry, es resultado de la ansiedad y pánico de Bill Hader en su etapa en Saturday Night Live, y hoy es el debut de su tercera temporada en la mencionada plataforma.
Todos estos fantasmas mentales han desaparecido, al grado de que el creador y protagonista de este particular asesino serial que intenta abandonar su naturaleza por medio de la actuación asumió la silla de dirección durante cinco capítulos.
¿Y adivinen a quién le pidió consejo? Mejor dicho, adivinen qué realizador mexicano, ganador al Oscar y amigo de Robert Eggers, es fanático de la serie.
“Alfonso Cuarón es uno de mis amigos. Nos conocimos hace muchos años. Acabo de escribir un guion (que no dijo de qué se trata) y le pedí su punto de vista, lo leyó y me dio anotaciones asombrosas. Por supuesto, en dirección, me ayudó mucho lo que dijo. Además es de mis cineastas favoritos y creo que sus mejores historias, y parte de mis películas favoritas, son Y tu mamá también, Niños del hombre y Roma.
“Él amablemente me escribió un mail bastante bonito, cuando realmente no nos conocíamos tanto, para decirme que el episodio de Ronny/lilly (de la temporada dos) le pareció sensacional, le divirtió muchísimo. Eso se me hizo fuera de este mundo. Fue así como ‘necesito imprimir este correo y pegarlo en mi pared’”, dijo a pregunta hecha por Excélsior, vía Zoom.
Cuarón está cañón. Primero es alabado por Eggers, quien le confió el primer screening de El hombre del Norte, ahora por Hader. Lo que ha hecho en Hollywood no es poca cosa.
En la tercera temporada, Barry corre muchos riesgos tras ser delatado por Monroe Fuches (Stephen Root), quien le cuenta a Gene (Henry Winkler), el mentor de Barry en actuación y quien utiliza la teoría de que la actuación puede cambiar a las personas, que su pupilo asesinó a la detective Moss (Paula Newsome).
Al ver que todo lo que ha logrado parece ser derribado, el sicario tendrá que entrar en un estado de absolución.
“Sin embargo, nunca empezamos con ese tema. El perdón sólo fue parte de la evolución cuasi improvisada de la historia”, precisó, “pero diría que las segundas oportunidades, por medio del perdón, depende de la persona. No sé si sea para un asesino serial. Se siente mal, sí, aunque a costa de destruir la vida de muchas personas.
“Sólo tengo claro que los personajes no pretenden ser didácticos, sí puedes analizarlos desde tu perspectiva, nosotros podemos hablar a la audiencia pero por medio de unir piezas que digan algo al espectador, en este caso, acciones desastrosas”, explicó.
Una de las diferencias en esta nueva tanda de episodios es la abolición de la rutina de la escuela de actuación. No va más. Existe un giro total ahora que Hader asume la dirección, y lo hace con mucha confianza no con dudas que puedan detonar su ansiedad. El actor estadunidense, de 43 años, definió Barry como el transcurso de la vida cotidiana y el debate entre la felicidad y la tristeza.
Para saber
Bill Hader parodió, por medio de sus personajes, las conferencias y verdaderas entrevistas para promover series, películas o discos. “Hay veces que te preguntan cosas sin sentido y para mí eso es una situación cómica, o sea, ¿qué tendría yo qué decir sobre el Batman de Ben Affleck o Spider-Man: No Way Home? Son cuestiones fuera de lugar y al mismo tiempo divertidas”, dijo.
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