Mon Laferte ¡ya es mexicana!
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El Diario de SonoraMon Laferte ya es mexicana.
“No sé si decirlo, porque aún no me llega la carta, ¡pero ya tengo doble nacionalidad!”, exclamó nuestra ahora compatriota en charla desde su disquera Universal Music.
“Tengo un hijo; una pareja mexicana, amigos. Es la cereza del pastel porque me siento mexicana y es hermosa la posibilidad de tener el pasaporte”, agregó.
De cantar en el metro y el Parque México, fuera de Bellas Artes y otras calles, a volver al Auditorio Nacional el próximo 22 de junio para repasar sus siete álbumes en estudio.
Es una nueva etapa para la joven nacida en Viña del Mar, Chile. Adicta al trabajo y obstinada, aun siendo madre no va a descuidar lo que ya construyó. Encontrará la manera, como lo hizo al momento de recibir ayuda sicológica para balancear su salud mental, al ahorrarse los tragos de mezcal un rato por la responsabilidad que implica amamantar y poder educar a su hija.
Los planes están fijados. Piensa en un nuevo disco, por ejemplo, quiere hacer y seguir en la música mexicana. Ya lo hizo con el álbum Seis, sólo que ahora está charlando con Carín León. ¿Con quién más? Él y Joss Favela son los meros meros del momento.
Entonces, si está viviendo un momento de ensueño con su pareja e hijo, ¿cómo saldrán las rolas de despecho, las favoritas del público? Le preguntamos.
“No te creas que uno no tiene problemas con la pareja”, dijo en tono irreverente, uno que usó durante toda la charla con medios para dejar ir respetuosamente la intromisión a su vida personal, antes y después del parto.
“Por más que las relaciones sean hermosas y respetuosas, siempre hay quiebres. Diferencias. Y en eso siempre le pongo más, porque creo que exagero. Le echo de más. Intento ser honesta, pero le adorno.
“Otros temas también toco en mis álbumes, no sólo el despecho por mi gusto por la teatralidad. Pero ya ven que estoy en el piano, la cantina, el mezcal, yo por mí lo tendría aquí, pero hay que amamantar”, adelantó.
Su siguiente disco se verá tocado por el momento personal que vive, pero conservará a la Mon que todos queremos escuchar en vivo, evocando dolor, sufrimiento, lucha y alegría.
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