Recibe homenaje Silvia Pinal
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El Diario de SonoraSilvia Pinal recibió una ovación de pie a su llegada a uno de los palcos centrales de la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes la noche de ayer. Desde ahí, apoyada por una silla de ruedas y acompañada por sus hijos Sylvia Pasquel, Alejandra Guzmán y Luis Enrique Guzmán, así como por su pequeño nieto Apolo y su bisnieta Michelle Salas, la protagonista de películas como Viridiana, El ángel exterminador y Simón del desierto fue testigo del homenaje a su trayectoria.
La actriz, de 90 años de edad, entró saludando con las manos arriba, entre gritos que repitieron su nombre y un “¡Sí se pudo!”, en referencia al homenaje dirigido por Diego del Río y realizado por la Secretaría de Cultural federal y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL).
La emoción se exaltó con porras y otra ovación de pie justo al final del homenaje, cuando la Diva de México, egresada de la Escuela Nacional de Arte Teatral, subió al escenario rodeada de sus familiares y amigos, para recibir un reconocimiento por su labor artística de manos de Lucina Jiménez, directora general del INBAL, y Alejandro Pelayo Rangel, director de la Cineteca Nacional.
La cantante Alejandra Guzmán se acercó a su madre para reiterarle que el público le lanzaba porras en Bellas Artes: “¡Silvia, Silvia, Silvia!”.
Sylvia Pasquel, promotora de este homenaje, ofreció una biografía breve de su madre, nacida el 12 de septiembre de 1931 en Guaymas, Sonora.
“Me siento sumamente emocionada por lo que esta noche representa para todos los mexicanos, una noche de remembranza, fiesta y reconocimiento a la gran diva de nuestro cine, teatro y televisión, mi madre, Silvia Pinal”, dijo Pasquel.
Después llegaron los números musicales de títulos emblemáticos de la carrera de la primera actriz, ¡Qué tal Dolly!, Gypsy, Anny es un tiro y Mame, arropados por la Orquesta Sinfónica Nacional, la Compañía Nacional de Danza y el coro de Solistas Ensamble de Bellas Artes, además de la actuación de Alan Estrada, Stephanie Salas, nieta de Silvia Pinal, Bianca Marroquín y Fela Domínguez.
“Se otorga este reconocimiento a la primera actriz como egresada distinguida de la Escuela Nacional de Arte Teatral, que este día recibe un homenaje en el Palacio de Bellas Artes, puesto que su legado es referente fundamental en la cultura de México. Lo firman, la secretaria de Cultura, Alejandra Frausto, y su servidora”, leyó Lucina Jiménez.
“Estamos reunidos todos los mundos porque tú tejiste estos mundos, porque la historia del teatro, la televisión y el cine mexicanos están bordados en tu vida. Eso es lo que hoy estamos agradeciendo en este homenaje que te rinde el gobierno de México, pero, sobre todo, todas las personas que están aquí y que han sido partícipes de lo que nos han compartido”, señaló Jiménez, seguido de un aplauso y una porra.
La directora general del INBAL además leyó un mensaje en nombre de Alejandra Frausto: “Alguna vez le dijo el maestro (Luis) Buñuel: ‘A usted la adora el pueblo, usted tiene esa bendición’. Nada más cierto. El pueblo tiene en Silvia Pinal uno de sus mayores ídolos del escenario y de la pantalla. Usted, doña Silvia, es parte del imaginario mexicano para distintas generaciones, como musa inspiradora y como una de las protagonistas de la cultura del siglo XX.
“Nos llenamos de alegría, la Secretaría de Cultura, de brindarle este homenaje, a través del INBAL, el Imcine, Canal 22 y la Cineteca Nacional, en éste, el mayor recinto de la cultura en México, el Palacio de Bellas Artes. Abrimos las puertas de este recinto para recibirla con su familia, amigos, admiradores, colegas, prensa y festejarla a usted, su trayectoria y su vida. Aquí, con el pueblo de México que nos acompaña. Gracias por todo lo que nos ha dado en tantas décadas de talento y cariño a su público. Compartimos este espacio monumental, porque monumental es su trayectoria”.
Fue en punto de las 19:00 horas cuando el tributo dio inicio bajo la conducción de la actriz Diana Bracho, frente a la comunidad artística y el pueblo de México que acudió al magno evento.
La actriz, quien compartió con Silvia Pinal el escenario en la obra Amor, dolor y lo que traía puesto, en 2012, destacó la vocación de la homenajeada en el terreno de la actuación y su énfasis por relatar historias de mujeres fuertes y complejas en la ficción. Con tales reflexiones, fue rescatada la voz de anteriores entrevistas a la diva de México, en las que dijo alguna vez: “Ser actriz es saber aprender todos los días”.
Bracho recordó el mambo que Pinal bailó en aquella obra: “Silvia siempre, la mujer que se reinventa con cada paso de ese mambo; una mujer con una vitalidad sobrehumana que al pisar el escenario vive intensamente. Una presencia avasalladora”.
Desde luego, el homenaje exaltó uno de los logros más importantes de Silvia Pinal como su trabajo en el cine con el director español Luis Buñuel, de quien fue musa en cintas como Viridiana, historia ganadora de la Palma de Oro en el Festival de Cannes.
Tras un recuento de su trayectoria en el cine, el crítico Leonardo García Tsao la calificó como “leyenda viviente”, mientras que José Antonio Valdés Peña apuntó que “es una actriz todoterreno, que puede hacer reír y llorar al mismo tiempo; baila, canta y hace drama y puede ser la novia de Tin Tan, de Cantinflas y la heroína de Buñuel”.
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