La tensión se siente en el aire mientras Yañez, rodeado de reporteros, recibe preguntas sobre diversos temas. Una en particular parece incomodarlo, haciéndolo perder la paciencia. Intentando escapar de la lluvia de preguntas, Yañez decide dar un rápido paso hacia atrás, buscando alejarse de la prensa.
La reportera Paty Cuevas, con una sonrisa en su rostro, le pregunta a Yañez sobre su cambio a la religión cristiana. La pregunta, aparentemente inocente, desata la furia del actor.
"Tonta pregunta. Fui a una misa, no más", exclama Yañez, visiblemente molesto.Como si la situación no pudiera empeorar, Paty vuelve a acercarse a Yañez, preguntándole por qué se aleja de la prensa.
"¿Por qué no quieres a la prensa?", pregunta Paty, con un tono directo.La pregunta parece ser la gota que derrama el vaso. En un movimiento rápido, Yañez le arrebata el teléfono celular, incluyendo el selfie stick, y lo guarda en su bolsillo.
"Ah, ¿qué no quiero a la prensa?...Luego te lo doy", responde Yañez, con tono desafiante, mientras se aleja rápidamente entre la multitud.La escena se llena de caos. Reporteros persiguen a Yañez, buscando capturar el momento, chocando entre sí en su afán por obtener la mejor imagen. Paty, la reportera afectada, intenta recuperar su teléfono, pero es en vano.
"Lo voy a demandar por robo", advierte Paty, con voz firme, sin esconder su indignación.El incidente no pasa desapercibido para Jorge Carvajal, conductor del programa "En Shock", quien no duda en expresar su repudio a través de las redes sociales.
"Indignante la forma en que hace unos minutos Eduardo Yañez se puso violento con mi reportera Paty Cuevas. No sólo la maltrató, también le robó su celular. Sólo le duró horas su amor a Dios", escribe Carvajal en sus redes.Las opiniones sobre la reacción de Yañez se dividen en las redes sociales. Mientras algunos condenan su comportamiento, otros consideran que la reportera lo estaba acosando con preguntas repetitivas y que su comentario sobre la religión tenía un tono burlón.
Es importante aclarar que la reacción de Yañez, aunque pueda parecer descontento, se debe a la insistencia de la reportera en un tema que él considera inapropiado. Si bien es natural que la prensa se interese por la vida personal de las figuras públicas, la forma en que la reportera insiste en la asistencia de Yañez a misa podría interpretarse como un acoso, especialmente considerando que él ya ha dejado claro que no desea hablar del tema.
Entendemos que la labor periodística implica la búsqueda de información, pero es fundamental que se realice con respeto y sensibilidad. En este caso, Yañez tiene derecho a su privacidad, y la reportera debería enfocarse en temas más relevantes relacionados con su carrera profesional.
En última instancia, la mejor forma de afrontar este tipo de situaciones es mantener la calma y evitar alimentar la polémica. Tanto Yañez como la reportera podrían haber manejado la situación de manera más constructiva, evitando la confrontación y enfocándose en el respeto mutuo.