Tras un intento de concepción que no tuvo el resultado esperado, la actriz de 38 años ha decidido darle un respiro a su cuerpo y a su mente.
"Sí se me antoja", reveló Sherlyn, "pero no se está dando". Este nuevo capítulo en su vida como madre comenzó con un tratamiento de fertilidad, el cual, según la actriz, la llevó a un desgaste físico y emocional importante.
“El tema de André no fue para nada igual porque esta vez iba por un in vitro y la vez pasada era una inseminación. Entonces son procedimientos totalmente diferentes, el in vitro es mucho más invasivo y se hace un in vitro porque ya estoy más grande”, compartió Sherlyn.
"Nada del intento y nada de las inyecciones y nada de todo lo que se hizo había servido, porque aparte no son procedimientos ni sencillos hormonalmente, ni baratos, ni emocionalmente. O sea, es mucho. Yo me tenía que salir de la cena hasta que mis amigas me picotearan la panza, mi hermana, mi mamá. Subes de peso, la verdad es que no me fue tan grave porque pues dos, tres kilos, no estuvo tan grave”, agregó.
La decisión de Sherlyn de poner en pausa el proceso de intentar ser mamá por segunda vez nos recuerda que las historias de maternidad son tan variadas como las mujeres que las viven. Lo importante es priorizar la salud física y mental, y no olvidar que la felicidad también se encuentra en el camino.