A los 29 años, Michaela DePrince dejó un legado invaluable en el mundo de la danza, inspirando a miles con su talento y resiliencia.
La noticia de su fallecimiento fue confirmada el 13 de septiembre a través de una declaración en su cuenta oficial de Instagram. Desde temprana edad, su pasión por la danza se hizo evidente, y comenzó a estudiar en la Jacqueline Kennedy Onassis School of Ballet del American Ballet Theatre.
Su talento y dedicación la llevaron a brillar en diversos escenarios. En 2012, se unió al Dance Theatre of Harlem, posteriormente bailó para el Dutch National Ballet, y en 2021 se convirtió en solista principal del Boston Ballet.
El mensaje de su equipo, "Team MDP", destaca el impacto y legado de DePrince: "Michaela fue una inspiración para todos nosotros, demostrando que la belleza y la grandeza pueden surgir de las circunstancias más difíciles. Su vida fue un testimonio de su fuerza y pasión, y su impacto en el mundo del ballet será recordado para siempre".
A pesar de su corta vida, DePrince dejó una huella imborrable en el mundo del ballet. Su talento, su dedicación y su espíritu inspirador la convirtieron en un ícono para muchos, y su muerte es una gran pérdida para la comunidad artística.
Michaela DePrince nació en Sierra Leona el 6 de enero de 1995. Tras perder a sus padres durante la guerra civil y ser maltratada en un orfanato debido a su vitíligo, encontró inspiración en una portada de revista de ballet. Adoptada por Elaine y Charles DePrince en 1999, se mudó a Nueva Jersey y comenzó su formación en la 'Rock School for Dance Education' en Filadelfia a los cinco años.
Ganó notoriedad con el documental 'Primera posición', que documentó su participación en el 'Youth America Grand Prix'. Más tarde, apareció en 'Bailando con las estrellas' y en el segmento 'Esperanza' del álbum 'Lemonade' de Beyoncé. Michaela usó su plataforma para abogar por los niños en zonas de guerra.
El ballet es una danza clásica que destaca por su técnica rigurosa, movimientos elegantes y estructura formal. Originado en Italia durante el Renacimiento y desarrollado en Francia y Rusia, se centra en la postura, alineación y precisión. Incluye estilos como el ballet clásico, contemporáneo y neoclásico, cada uno con características propias. En esencia, el ballet es una forma técnica y estilizada con una rica tradición histórica.
La causa de su muerte aún no ha sido determinada, pero su legado sigue vivo a través de su impactante historia y contribuciones.