El viernes, la cantante de 39 años, quien recientemente celebró el lanzamiento de su nuevo álbum "143", cautivó a la audiencia con una serie de éxitos como "Firework" y "The One That Got Away".
La intérprete de "Dark Horse" hizo una entrada memorable con un body de látex color piel que se ajustaba a su figura, adornado con detalles plateados. Completó el look con botas blancas por encima de la rodilla y su característico cabello oscuro en ondas suaves.
Pero lo que realmente llamó la atención fueron las acrobacias aéreas que Perry realizó durante el show. La cantante fue elevada sobre la audiencia por medio de cuerdas que parecían brillar con las luces del escenario. La imagen de Katy suspendida en el aire, con una sonrisa y los brazos en alto, fue una de las más impactantes de la noche.
Además de sus acrobacias, Perry también cautivó con su energía y carisma. Bailó al ritmo de sus éxitos con un grupo de bailarines que vestían trajes plateados, y no dudó en acercarse a los fans para interactuar con ellos.
La cantante también tuvo un momento emotivo cuando interpretó una versión acústica de "Time After Time" junto a Cyndi Lauper, una de las grandes del pop. Y como si eso fuera poco, una afortunada fanática tuvo la oportunidad de subir al escenario y aprender el baile de "Swish Swish" con Perry.
Para culminar su presentación, Perry no podía dejar de cantar "Firework". Y como un guiño a su vida personal, la artista también dedicó algunas palabras a su esposo, Orlando Bloom, y a su hija, Daisy.
La presentación de Katy Perry en el Rock in Rio fue un espectáculo lleno de energía, emoción y talento. La cantante demostró por qué sigue siendo una de las artistas más populares del mundo, y su regreso al festival fue un verdadero éxito.