Angelina Jolie es conocida no solo por su extraordinario talento como actriz, sino también por su incansable labor como activista y defensora de los derechos humanos. Sin embargo, poco se habla de los detalles más sutiles que acompañaron su transformación pública, como el corte de cabello que coincidió con su creciente compromiso como embajadora de la ONU y madre.
En 2015, durante su participación en eventos internacionales relacionados con la ONU, Angelina apareció con un look más sobrio y maduro: un corte de cabello más recto y clásico, que contrastaba con los peinados glamorosos y su imagen de estrella de Hollywood de años anteriores. Esta elección no fue casual. Se dice que, en ese momento, Jolie estaba en una fase de introspección profunda, priorizando su papel como madre de seis hijos y dedicando gran parte de su tiempo a causas humanitarias.
El cambio de estilo no solo fue un reflejo de su vida personal más centrada, sino también de su nueva etapa profesional como activista. Tras haber pasado por situaciones personales complejas, como su cirugía preventiva por riesgo de cáncer, Angelina mostró al mundo una imagen de fortaleza y serenidad. Su corte más sencillo y natural proyectaba a una mujer que ya no dependía de las expectativas superficiales del espectáculo, sino que estaba enfocada en algo mucho más profundo: su labor en la lucha por los derechos de los refugiados, la igualdad de género y la protección de los más vulnerables.
La maternidad y mi trabajo con la ONU me dieron un propósito renovado en mi vida, uno que se alejaba del glamour para acercarse a lo esencial: cuidar de los demás, afirmó Jolie en varias entrevistas.
Su nueva imagen reflejaba esta transición. Como embajadora de buena voluntad de ACNUR, su sobrio look parecía alinearse con su creciente rol como defensora de los derechos humanos, una figura empática que viaja a zonas de conflicto y alza su voz por los que no pueden hacerlo.
El color oscuro del cabello y el maquillaje sutil en la actriz son elecciones estéticas que pueden comunicar de manera efectiva una imagen de experiencia, madurez y empoderamiento. El cabello oscuro, en sus diferentes tonalidades, puede asociarse con la seguridad y la confianza. Un cabello oscuro bien cuidado transmite la idea de que una persona se toma el tiempo para cuidarse a sí misma y proyecta una imagen de profesionalismo. El maquillaje sutil, en oposición al maquillaje recargado, enfatiza la naturalidad y la belleza individual, proyectando una imagen de autenticidad y sofisticación.
La experiencia de Angelina Jolie se refleja en la seguridad con la que se llevan estos elementos, transmitiendo una imagen de alguien que sabe lo que quiere y lo que le funciona. La madurez se evidencia en la elección de colores y estilos que no buscan llamar la atención de forma exagerada, sino que priorizan la elegancia y la sobriedad. El empoderamiento se ve en la seguridad y la confianza que irradia una persona que se siente cómoda consigo misma y no necesita esconderse detrás de un exceso de maquillaje o colores llamativos.
Este cambio de estilo se ha mantenido hasta hoy, como un símbolo de su compromiso firme con su rol de madre, activista y mujer empoderada.