"Tuve gente que me dijo que no lo hiciera. Tuve gente que me dijo que no me parecía. Tuve gente que me dijo que no era seguro hacerlo. Tuve gente que me dijo que no debía tratar de alienar a la mitad del país", comentó Stan a Entertainment Weekly.
Las advertencias, en lugar de disuadirlo, le dieron a Stan una extraña motivación. "En cierto modo, fue un poco motivador", explicó el actor. El miedo que rodeaba el personaje parecía intrigarlo.
Según Gabriel Sherman, escritor del guion, varios actores rechazaron el papel por temor a las posibles consecuencias. "Varios actores se negaron a interpretar a Trump porque estaban demasiado asustados", reveló Sherman.
Sin embargo, Stan y su compañero de reparto, Jeremy Strong, quien interpreta al mentor de Trump, Roy Cohn, aseguran que la película no busca difamar al expresidente. "Esta es una película sobre dos seres humanos, no sobre dos villanos o monstruos. No creo que la película intente difamar a estas personas. Creo que intenta comprender de dónde vienen y cómo se convirtieron en quienes son", explicó Strong.
Stan añadió: "En cierto modo, es una especie de historia de amor".
A pesar de las intenciones de los cineastas, la película ha sido recibida con críticas por parte del equipo de Trump. Steven Cheung, director de comunicaciones de la campaña del expresidente, calificó la película de "basura" y "mentiras sensacionalistas". "Esta película es pura difamación maliciosa, no debería ver la luz del día y ni siquiera merece un lugar en la sección de DVD baratos de una tienda de películas en quiebra. Pertenece a un incendio de basura", declaró Cheung.
Otros actores que han interpretado a Trump en la pantalla incluyen a Alec Baldwin en Saturday Night Live y Brendan Gleeson en "The Comey Rule".