La venezolana, que se convirtió en la quinta finalista, sorprendió a todos al abandonar la competencia voluntariamente.
"Visualicé mi futuro"
Según Briggitte, tuvo una experiencia espiritual que la llevó a creer que no ganaría el reality show. "Tuve un encuentro muy personal con Dios y pude ver que no ganaría la competencia", declaró la ex participante.
Esta decisión, aunque inusual, refleja la presión y el desafío emocional que enfrentan los participantes en este tipo de programas. Briggitte, que se mantuvo en la competencia durante varias semanas, experimentó momentos de diversión, controversia y romance, pero también la soledad del aislamiento del mundo exterior.
"Priorizar la salud emocional"
La decisión de Briggitte de abandonar la competencia ha desatado debate en las redes sociales. Algunos usuarios apoyan su decisión, resaltando la importancia de priorizar la salud emocional sobre la fama o el éxito financiero. Otros, sin embargo, han expresado su incredulidad, especulando sobre las razones detrás de su salida.
"No se trata de ganar o perder"
Más allá de la polémica, la historia de Briggitte nos recuerda que el éxito no se define únicamente por ganar una competencia. Briggitte ha elegido tomar las riendas de su vida con nuevos proyectos y un cambio de look.
"Regresé a mi tono natural. O sea me siento rarísima, pero vine a que me consintieran mi pelo: hidratármelo, cortarme esas puntas para cambiar energías", dijo la artista.
La experiencia de Briggitte nos invita a reflexionar sobre la búsqueda de la felicidad y la importancia de seguir nuestro propio camino, incluso si esto significa desviarnos del camino convencional.