Sus brazos cuelgan, su mirada se pierde en la cámara mientras confiesa su historia entre lágrimas. Esta es una de las muchas víctimas de Rodney Alcala, vulnerable, hermosa y desesperada por ser vista. Alcala se acerca lentamente, cámara en mano, escuchando la historia de su reciente ruptura. Una sensación de pesadez se apodera del espectador: esta será la última imagen de su vida, un registro final que servirá como evidencia para la fallecida y como trofeo para el asesino.
El debut como directora de Anna Kendrick, "Woman Of The Hour", se basa en la aparición del asesino en serie Rodney Alcala en el programa "The Dating Game". La película teje las historias de las víctimas de Alcala con la trama principal. Cheryl Bradshaw, interpretada por Kendrick, es el foco principal, pero actúa como un conducto para las historias de otras mujeres. Desde el principio, se hace evidente que Cheryl no busca el amor en "The Dating Game", sino que lo ve como un salvavidas para su agonizante carrera como actriz.
Cheryl lanza preguntas, analizando las respuestas de los tres solteros anónimos, que van de aburridas a empalagosas y misóginas. Todo está fabricado, una forma de que el público caracterice y defina la química romántica, de percibir y digerir a las mujeres. Sin embargo, las preguntas que Kendrick y el guionista Ian McDonald se plantean siguen siendo las mismas desde esa primera escena: ¿Cuándo se vuelve violentamente real? ¿Cuándo la percepción se convierte en acción? O, como observa la maquilladora de "The Dating Game": "La pregunta detrás de la pregunta sigue siendo la misma: ¿quién de ustedes me hará daño?"
Ambientada a finales de la década de 1970, "Woman Of The Hour" se ve ligeramente afectada por las imágenes digitalizadas y excesivamente saturadas que persisten en las películas de época de Netflix. Pero esto no impide que Kendrick cree cuadros importantes con la precisión de un escultor. Ella nunca se detiene en la violación y el asesinato que sufrieron las víctimas de Alcala, pero tampoco los evita. Podemos ver a una mujer arrastrándose por su apartamento sin desembalar desde una ventana alta con Alcala en plena persecución, o el torso de una mujer siendo arrastrado por la tierra hacia su captor, pero todo está meticulosamente encuadrado, agudizado en su brevedad.
Uno de los cuadros más impactantes llega en la secuencia final, cuando una de sus víctimas, Amy (Autumn Best), despierta en el desierto, desorientada y con moretones en la cara. De repente, la cámara retrocede hasta un plano general, donde su torso y su rostro quedan ocultos por una roca, pero sus piernas desnudas son visibles. La cámara se mantiene el tiempo suficiente para que el público vea que sus pantalones están bajados y sus tobillos están atados. Es una reorientación sorprendente, calculada para llevar al público desde el shock a la pena, al disgusto y al miedo, todo ello mientras el rostro de Amy permanece oculto: no es una persona, sino otro caso que pasa desapercibido por la policía.
"Woman Of The Hour" es una película ambiciosa para un debut, y Kendrick está decidida a hacer más que simplemente insinuar la magnitud de la misoginia. El enfrentamiento final de Cheryl con Alcala se construye alrededor de la violencia que es absorbida por un vórtice patriarcal, imperceptible excepto en el momento en que ocurre. Tras su inquietante primera cita, Cheryl camina a toda velocidad lejos de él en un aparcamiento sin iluminar; a pesar de su firme despedida, Alcala avanza lentamente desde el borde de la pantalla, manteniéndose a la altura de ella incluso mientras la cámara se acerca. Cuando llega a su coche, él pone una mano en su puerta antes de que un grupo de hombres desafortunados salgan del estudio de al lado. El momento se rompe. No pasó nada, pero todo cambió.
Es una mirada segura a una historia que se extiende hacia lo lejos, lo ancho y lo profundo. Las víctimas de Alcala no fueron solo eso; todas fueron mujeres asesinadas por impulsos violentos que no les habían enseñado a nombrar. "Woman Of The Hour" es impresionante en su voluntad de abordar esa pregunta: "¿Quién de ustedes me hará daño?" La respuesta es un silencio ensordecedor, del tipo que implica a todos los hombres.