Su legado se extiende a través de casi 80 años de carrera, en los que se ganó el respeto de figuras como Bob Dylan y Louis Armstrong, quienes reconocieron su valentía y compasión.
La vida de Dane estuvo marcada por la lucha contra la injusticia y el racismo. Desde temprana edad, se enfrentó a la discriminación y la humillación, lo que la impulsó a abrazar el activismo y la música como herramientas de cambio. Su debut en 1957 con el álbum "Trouble In Mind" fue aclamado por la crítica, comparándolo con la icónica Bessie Smith.
Su trayectoria musical la llevó a compartir escenarios con grandes nombres como Woody Guthrie, Big Bill Broonzy y Pete Seeger, además de ser invitada a participar en un especial de televisión junto a Louis Armstrong, quien la describió como "una gaseosa". Su presencia en la escena folk de Greenwich Village la convirtió en una figura clave, forjando una amistad con Dylan, quien solía presentarse en sus conciertos sin ser invitado.
Dane se convirtió en una voz poderosa en los movimientos por los derechos civiles y contra la guerra de Vietnam. Fue una de las primeras artistas estadounidenses en realizar una gira por Cuba después de la revolución y, posteriormente, cantó en Vietnam del Norte en plena guerra.
A pesar de su compromiso social, Dane también luchó contra las barreras de la industria musical. Su rechazo a las estrategias comerciales y su preferencia por el blues y el jazz tradicional la colocaron en una posición marginal en la era del rock. Su decisión de firmar con Capitol en lugar de Atlantic en 1960 la alejó del sello más importante de blues y jazz de la época, lo que le impidió alcanzar un mayor reconocimiento.
A pesar de los obstáculos, Dane continuó creando música y luchando por sus convicciones. Fundó Paredon Records en 1970, un sello que le permitió producir sus propios álbumes y apoyar a artistas de todo el mundo. Su álbum de 1973, "I Hate the Capitalist System", es un ejemplo de su postura crítica y un testimonio de su lucha por la justicia social.
La vida de Barbara Dane fue un testimonio de la unión de la música y el activismo. Su legado se mantiene vivo a través de sus grabaciones, su documental y el reconocimiento que ha recibido por parte de la industria musical.