Su muerte, a la edad de 79 años, tuvo lugar en Suiza, luego de que el artista decidiera optar por la eutanasia para poner fin a su sufrimiento.
Cícero, miembro de la Academia Brasileña de Letras desde 2017, se vio afectado por complicaciones neurológicas relacionadas con el Alzheimer. En una carta de despedida difundida por su familia, el filósofo describe con crudeza el dolor que le causaba la enfermedad: "Mi vida se ha vuelto insoportable. Estoy sufriendo de Alzheimer. Ni siquiera recuerdo algunas cosas que sucedieron no sólo en el pasado remoto, sino incluso cosas que sucedieron ayer".
La decisión de Cícero de recurrir a la eutanasia, legal en Suiza desde la década de 1940, se explica en su carta: "Ya no puedo escribir buenos poemas ni buenos ensayos de filosofía. Ni siquiera puedo concentrarme para leer, que era lo que más me gustaba en el mundo", escribió. Su último texto, dirigido a sus "queridos amigos", concluye: "Como soy ateo desde que era adolescente, soy consciente de que soy yo quien decide si mi vida vale la pena o no. Espero haber vivido con dignidad y espero morir con dignidad".
La vida de Antonio Cícero se caracterizó por su versatilidad artística. Su obra abarcó desde la composición musical, como los temas 'Fullgás' y 'Pra Começar', interpretados por su hermana Marina Lima, hasta la literatura, con libros, ensayos filosóficos y poemas, como 'Guardar', incluido en la antología 'Los cien mejores poemas brasileños del siglo'.
Su última aparición pública tuvo lugar el 30 de septiembre en una librería de Ipanema, Río de Janeiro, durante el lanzamiento de un libro. Posteriormente, viajó a Europa, donde finalmente falleció.
A pesar de la controversia que rodea a la eutanasia en Brasil, la decisión de Antonio Cícero de buscar una muerte digna y libre de sufrimiento pone de manifiesto la importancia de la autonomía individual en momentos de enfermedad terminal.