La joven, de 31 años, era conocida por sus consejos de viajes, especialmente en su perfil de Instagram, donde contaba con más de 50 mil seguidores. Su pasión por descubrir el mundo y compartir sus experiencias la convirtió en una fuente de inspiración para muchos.
Fernanda Carolina, quien vivía en París desde hace seis años, había encontrado un hogar en la capital francesa, donde trabajaba para una compañía de comercio internacional. Sin embargo, su verdadera pasión era explorar el mundo, y a través de sus redes sociales, compartía sus aventuras, consejos y recomendaciones para viajeros de todas partes. Su carisma y entusiasmo la convirtieron en una figura querida en el mundo digital, y su repentino fallecimiento ha dejado un vacío en el corazón de sus seguidores.
El trágico accidente ocurrió el martes 15 de octubre de 2024, mientras Fernanda Carolina realizaba su rutina de ejercicio matutina. Fue atropellada por un automóvil en un paso peatonal entre los municipios de Saint-Cloud y Suresnes. La gravedad del impacto le provocó graves lesiones, incluyendo un traumatismo craneoencefálico, fracturas en tres costillas y en la clavícula.
A pesar de los esfuerzos de los médicos, la influencer no pudo superar las graves lesiones. A través de las redes sociales, su familia y amigos la despidieron con mensajes de cariño y agradecimiento por haber compartido su vida con ellos. La muerte de Fernanda Carolina ha generado una ola de conmoción y tristeza en la comunidad digital, recordándonos la fragilidad de la vida y la importancia de valorar cada momento.