Lesh, quien falleció a los 84 años, dejó una huella imborrable en la escena musical, especialmente en la escena psicodélica de San Francisco. Su partida fue anunciada en su cuenta oficial de Instagram con un emotivo mensaje: "Phil Lesh, bajista y miembro fundador de The Grateful Dead, falleció pacíficamente esta mañana. Estaba rodeado de su familia y lleno de amor. Phil trajo inmensa alegría a todos a su alrededor y deja un legado de música y amor. Les pedimos que respeten la privacidad de la familia Lesh en este momento".
Lesh, quien luchó contra varios problemas de salud a lo largo de los años, dejó un legado musical que no solo trascendió las fronteras de los Estados Unidos, sino que se convirtió en un referente para varias generaciones de músicos. Nacido en 1940 en Berkeley, California, Lesh no siempre tuvo la música como su objetivo principal. Comenzó estudiando violín y luego trompeta, pero su interés por la música de vanguardia y el free jazz lo llevó a explorar nuevas formas de expresión musical.
Su camino hacia el estrellato comenzó en la Universidad de California-Berkeley, donde conoció a Tom Constanten, quien brevemente tocaría los teclados para una de las primeras encarnaciones de los Dead. Poco después, mientras trabajaba como ingeniero de sonido en una estación de radio local, conoció a Jerry Garcia, el icónico guitarrista y líder de los Grateful Dead.
A pesar de tener trabajos de oficina, Lesh nunca abandonó su pasión por la música. Fue Garcia quien lo invitó a unirse a su banda de folk-rock, entonces llamada The Warlocks, a pesar de que Lesh nunca había tocado el bajo. La influencia de Lesh en la música de los Grateful Dead fue notable. A diferencia de muchos bajistas, quienes se enfocaban en mantener el ritmo, Lesh buscó darle un rol más protagonista al bajo, creando líneas melódicas que se fusionaban con las melodías de la banda. Sus innovadoras técnicas de bajo, con su mezcla de riffs principales y contrapunto vibrante, lo convirtieron en uno de los bajistas más innovadores de su época.
Sus exploraciones musicales, en las que la experimentación y el uso de psicodélicos jugaron un papel importante, lo llevaron a ser uno de los pioneros del sonido psicodélico de los 60s y 70s. En su autobiografía de 2005, Searching for the Sound: My Life with the Grateful Dead, Lesh escribió sobre una de sus experiencias musicales: “Era como si la música fuera cantada por dragones gigantescos en la escala de tiempo de la tectónica de placas. Cada nota parecía tardar días en desarrollarse, cada sobretono cantaba su propia canción, cada golpe de tambor generaba un nuevo cielo y una nueva tierra”.
La muerte de Lesh deja un vacío en la escena musical, pero su legado musical, que ha inspirado a incontables músicos durante décadas, perdurará.