Janeth Valenzuela, acordeonista y cantante, ha levantado la voz para denunciar una situación que la ha dejado en un limbo musical. "Me dijeron que fulano de tal me mandó congelar. (…) Traía mis sospechas, pero uno dice 'ay no mames güey no caigas en esa paranoia' (...) pero pues porque traía su hija en el medio y porque también trae un proyecto similar entonces me mandaron congelar a mí para posicionar al proyecto similar", reveló Valenzuela en una entrevista.
Según su relato, firmó un contrato con la promesa de un lanzamiento que nunca llegó, dejándola estancada en un silencio sepulcral. Un "empleado de confianza" le reveló la verdad, señalando a una figura poderosa dentro del medio como responsable de esta situación.
Las redes sociales se encendieron con especulaciones, con los fans conectando los puntos entre la denuncia de Valenzuela y el proyecto musical de Ángela Aguilar, hija del reconocido cantante Pepe Aguilar. A pesar de no mencionar directamente al patriarca de la dinastía, la descripción de Valenzuela coincide con las características del proyecto de su hija, sembrando la duda sobre una posible jugada para impulsar la carrera de la joven Aguilar.
La noticia ha generado una ola de comentarios y opiniones, cuestionando la imagen impecable que la familia Aguilar ha mantenido durante años. La historia de Janeth Valenzuela pone en jaque la transparencia y el apoyo a nuevos talentos que se espera de figuras tan influyentes en el género.
El caso de Valenzuela sigue en desarrollo, mientras la industria musical se pregunta sobre el precio del éxito y las estrategias que se utilizan para alcanzar la cima. La respuesta a la pregunta que ronda en el aire, "¿Acaso la ambición por el éxito se transforma en una sombra oscura, capaz de truncar sueños y carreras?", solo el tiempo podrá revelarla.