El actor de doblaje, famoso por su papel en "Phineas y Ferb" y por su carisma en las redes sociales, se ha visto envuelto en una ola de críticas y acusaciones que han puesto a prueba su estabilidad emocional. Su exnovia, Shadia Haddad, lo acusó públicamente de infidelidad durante su relación de dos años. El impacto de estas declaraciones fue inmediato, desencadenando una serie de eventos que llevaron a Aponte a una crisis personal.
En una transmisión en vivo, el influencer respondió a las acusaciones de Haddad, negando rotundamente la infidelidad. Sin embargo, la defensa de Aponte se tornó polémica, al sugerir que las intenciones de su expareja eran meramente ganar notoriedad a costa de su imagen pública. Además, en medio de la controversia, Aponte confesó haber considerado quitarse la vida en más de una ocasión, producto de la presión y el escrutinio público.
“La verdad es que he pasado por días muy complicados, muy obscuros. Hace unos días quise renunciar a mi propia vida. Lo digo como si fuera algo muy fácil, pero no lo es. Varias veces de mi vida es estado muy cerca de estas situaciones (...) vivir una vida en la que vives odiado por todo el mundo, y que todo el mundo te juzga sin conocerte, y que dicen cosas horribles de ti, es horrible”, dijo.
A pesar de su popularidad en las redes sociales, la vida de Aponte ha estado marcada por episodios controvertidos. Algunos de sus disfraces, en particular aquellos realizados en espacios públicos, han generado críticas por ser considerados perturbadores o incómodos.
La controversia actual ha planteado un debate sobre la presión a la que se enfrentan los influencers en el mundo digital, y cómo la exposición pública puede afectar su salud mental.