En un reciente homenaje a la carrera de Taylor Swift, la revista Billboard incluyó un clip que rápidamente se convirtió en un tema de controversia. La imagen en cuestión mostraba una figura de cera desnuda que muchos identificaron como una representación de la cantante, y que provenía del polémico video musical de Kanye West para su canción "Famous".
La inclusión de este clip en un tributo que se suponía debía honrar los logros de Swift fue rápidamente percibida como un error grave por muchos de sus seguidores, quienes lo calificaron como un acto de "mala edición" o incluso como una falta de respeto hacia la cantante. La reacción de los fans fue inmediata y se expresó a través de las redes sociales, donde comenzaron a usar hashtags como #BillboardIsOverParty y #BillboardApologizeToTaylor para exigir una disculpa pública.
La magnitud de la reacción en línea llevó a Billboard a tomar acciones rápidamente. La revista eliminó el video original de su cuenta de Instagram y publicó una versión editada, sin la imagen de la figura de cera desnuda, poco después de que la controversia comenzara a ganar terreno. Sin embargo, la disculpa formal no llegó hasta la mañana siguiente. En una publicación en la misma plataforma, Billboard ofreció una disculpa pública a Taylor Swift y a sus seguidores, reconociendo que la inclusión de ese clip había sido un error y que había causado un daño innecesario.
La rivalidad entre Taylor Swift y Kanye West comenzó en 2009, cuando West interrumpió el discurso de aceptación de Swift en los MTV Video Music Awards. Aunque en los años siguientes ambos artistas intentaron reconciliarse en varias ocasiones, la tensión nunca desapareció. En 2016, la situación alcanzó nuevos niveles cuando West lanzó su canción "Famous", que incluía una línea que sugirió que había hecho famosa a Taylor Swift.
La controversia se intensificó cuando Kim Kardashian, esposa de West en ese momento, difundió una grabación editada de una conversación telefónica entre ella, West y Swift, en la que aparentemente la cantante aprobaba las letras de la canción. Sin embargo, en 2020, una versión completa de la llamada fue filtrada, demostrando que en ningún momento Swift había dado su consentimiento para el uso de esa frase.
La disculpa de Billboard fue rápida y sincera, pero la cuestión que persiste es si realmente se trató de un error de edición o si, dado el historial entre Taylor y YE, el uso de esa imagen fue un acto de desconsideración hacia la cantante. Lo cierto es que el incidente dejó claro el impacto que tiene la historia personal entre los dos artistas y cómo esta sigue resonando en la cultura pop.
La revista, que ha sido una de las publicaciones más respetadas en el mundo de la música, probablemente tendrá que redoblar sus esfuerzos para garantizar que este tipo de incidentes no se repitan en el futuro. Mientras tanto, la polémica no hace más que añadir un capítulo más a la compleja relación entre Taylor Swift y la industria de la música, un tema que sigue dando de qué hablar y que, probablemente, no se resolverá fácilmente.