El actor en cuestión es Rupert Grint, conocido por su papel de Ron Weasley en la franquicia de películas de "Harry Potter". Según informes, Grint debe pagar alrededor de 1,8 millones de libras esterlinas (aproximadamente $2,3 millones) después de que un tribunal dictaminara que había clasificado incorrectamente 4,5 millones de libras en regalías de las películas como un activo de capital en lugar de ingresos, lo que está sujeto a una tasa de impuesto mucho más alta.
Los abogados de Grint habían apelado la decisión, pero después de años de disputas, un juez del tribunal dictaminó en contra del actor. "El dinero derivó sustancialmente de la totalidad de su valor de las actividades del señor Grint", dijo la jueza Harriet Morgan, "y es gravable como ingreso".
Es importante destacar que Grint, de 36 años, ganó alrededor de 24 millones de libras por su papel en las ocho películas de "Harry Potter" entre 2001 y 2011. Sin embargo, este no es el primer problema que ha tenido con las autoridades fiscales. En 2019, perdió una batalla judicial por un reembolso de impuestos de 1 millón de libras.
La decisión del tribunal subraya la importancia de que los artistas y los profesionales del entretenimiento sean conscientes de sus obligaciones fiscales y busquen asesoramiento profesional para evitar problemas similares en el futuro.