Según relatos de los involucrados, el día de la grabación fue largo y agitado, con muchos de los artistas consumiendo cocaína y comportándose de manera errática. Paul Weller, el líder de The Jam, fue uno de los que se destacó por su mal humor y su actitud negativa. Weller ha admitido que se sintió incómodo en ese entorno y que no se llevaba bien con muchos de los otros artistas.
"Todo el mundo estaba haciendo líneas de cocaína en los baños", recordó Weller en una entrevista. "Probablemente habría estado bien para mí en la década de 1990, pero en ese momento no estaba en ese mundo".
La rivalidad entre los artistas también fue evidente. George Michael y Simon Le Bon de Duran Duran habían estado intercambiando golpes verbales en público durante años, y su encuentro en la grabación de "Do They Know It's Christmas?" fue tenso. Michael se sintió particularmente molesto cuando Le Bon intentó unirse a él en el escenario durante un concierto en 1986.
A pesar de las tensiones, la grabación de "Do They Know It's Christmas?" fue un éxito y se convirtió en uno de los sencillos más vendidos de la historia. Sin embargo, la rivalidad y la tensión entre los artistas involucrados en la grabación han perdurado durante décadas.
En la actualidad, algunos de los artistas involucrados en la grabación han expresado sus reservas sobre la letra de la canción, que algunos consideran ofensiva y paternalista hacia los africanos. Ed Sheeran, quien grabó una versión del sencillo en 2014, ha dicho que no habría participado si se le hubiera pedido permiso.
La historia de la grabación de "Do They Know It's Christmas?" es un recordatorio de que, detrás de la fachada de la fama y el éxito, hay personas con sus propias luchas y conflictos. Aunque la canción sigue siendo un himno de la solidaridad y la caridad, su historia también es un testimonio de la complejidad y la rivalidad que puede existir en el mundo de la música.