Hablando de récords, Taylor Swift acaba de concluir su gira Eras Tour, un hito en su carrera que generó millones en ingresos y dejó una estela de admiración en cada uno de sus conciertos. Su última presentación en Vancouver, a pesar de la lluvia, fue una muestra más del poderío de la artista que, según reportes, distribuyó $197 millones en bonos entre todo su equipo: desde los choferes hasta los diseñadores de vestuario, pasando por técnicos, bailarines y personal de seguridad. Un gesto que, sin duda, refleja la magnitud de su éxito y su compromiso con quienes la acompañan.
Mientras tanto, en el ámbito político, la presentadora de Fox News, Laura Ingraham, ha generado polémica al sugerir, durante su programa The Ingraham Angle, que Swift podría participar en la próxima toma de posesión de Donald Trump. Ingraham, en un tono jocoso pero firme, lanzó un reto a la cantante:
“Llama a Trump y ofrece tu actuación en la inauguración. Sería inteligente para Taylor Swift y un gran momento de unidad para el país. ¡Vamos Taylor, estás lista para esto?”La propuesta de Ingraham se basa en la idea de un “gran momento de unidad”, contrastando con el respaldo público que Swift dio a Kamala Harris en las elecciones pasadas. La tensión política entre ambos bandos, aunada a las declaraciones previas de Trump expresando su supuesto “odio” hacia la artista, añade una capa de complejidad a la propuesta.
La invitación de Ingraham llegó tras el anuncio de que Trump, nuevamente, recibirá el reconocimiento de “Persona del Año” de la revista Time. Curiosamente, Amos Heller, bajista de la banda de Swift durante más de 15 años, compartió en Instagram una emotiva reflexión sobre el fin de la Eras Tour, describiendo la extenuante y gratificante experiencia con frases como:
"No más llamadas tempranas al hotel. No más aeropuertos. No más despedidas de mi familia."Una curiosa coincidencia de eventos que refleja la diversidad de situaciones y emociones que han marcado este fin de año.