El protagonista de esta historia es Jelly Roll, quien se encontró con una figura de peso en la política estadounidense durante un evento en el Madison Square Garden, en Nueva York, el pasado 16 de noviembre. La imagen del cantante estrechando la mano y sonriendo junto al presidente electo Donald Trump durante un combate de UFC rápidamente se viralizó.
Sin embargo, lejos de las especulaciones que surgieron a raíz de las fotografías, Jelly Roll y su esposa, Bunnie XO, decidieron aclarar la situación en un reciente episodio de su podcast, "Dumb Blonde".
En el podcast, Bunnie explicó: “Nos dijeron que el presidente es el honor más alto del mundo. Cuando conoces a un presidente, eso es un maldito honor, independientemente de si te gusta o no.”
Jelly Roll coincidió con su esposa, añadiendo detalles sobre su perspectiva: “No hay ninguna posibilidad de que no vaya a conocer al presidente electo. No me importa; si me llamaran para conocer a Joe Biden, lo hubiera hecho. No me importa lo que él piense o lo que yo piense sobre políticas. ¡No me escondo detrás de ese 'no soy político'! ¡No soy político! La gente que me conoce sabe que soy de la vieja escuela. Me gusta hablar de cosas que me apasionan. Para eso, necesito saber de ellas. No sé lo suficiente sobre política para pretender que entiendo lo que está pasando o por qué se posiciona cada uno.”
El cantante profundizó en su crianza, explicando: “No crecí en una cultura votante. Mi padre no me presionó para que votara, mi madre tampoco. Lo que sí hicieron fue inculcarme el respeto al presidente.”
Sobre el encuentro en sí, Jelly Roll comentó que fue más relajado de lo que muchos piensan. Trump, según él, le dijo que amaba la canción "Save Me" y que el cantante estaba "haciendo cosas increíbles". La conversación completa sobre el encuentro con Trump comienza en el minuto 46 del episodio del podcast.
La anécdota, sin embargo, deja una interrogante: ¿Hasta qué punto la imagen pública de un artista influye en su vida privada y sus decisiones?