La película en cuestión, Emilia Pérez, dirigida por Jacques Audiard y protagonizada por Karla Sofía Gascón junto a Zoe Saldaña, es un musical que aborda temas tan sensibles como el narcotráfico y las desapariciones forzadas en México.
Pero no es la temática la que ha generado la controversia. Según numerosos espectadores, la película presenta una visión superficial y hasta caricaturesca de una realidad profundamente compleja y dolorosa. "Carece de sensibilidad y contexto", comenta un usuario en redes sociales. Esta falta de investigación profunda, admitida por el propio director, es señalada como la principal causa del descontento.
Ante la ola de críticas, Karla Sofía Gascón, lejos de promover el diálogo, ha optado por bloquear y denunciar a los usuarios que expresaron su descontento, acusándolos de transfobia y racismo. Esta respuesta ha inflamado aún más la situación, convirtiendo la discusión en algo mucho más amplio que una simple crítica cinematográfica.
En un intento de justificar la película, Gascón realizó una comparación con el Guernica de Picasso, argumentando que la libertad artística no tiene límites. Sin embargo, esta analogía ha sido considerada por muchos como inapropiada y hasta ofensiva, profundizando la brecha entre la actriz y el público mexicano.
Las críticas a la película, cabe destacar, no se dirigen a la actuación de Gascón, elogiada por muchos, sino a la falta de respeto y sensibilidad con que la película trata la problemática. "Karla Sofía, hiciste un trabajo fenomenal... pero la película es ofensiva en su retrato de una guerra que ha cobrado medio millón de vidas", escribió un usuario.
La actriz, en respuesta a la controversia, ha emitido una advertencia: "Se bloquea, elimina y denuncia cualquier tipo de comentario transfóbico, racista, homofóbico o con intención de denigrar...", escribió en redes sociales. Una postura que, para muchos, solo empeora la situación, desviando la atención de las críticas sobre la película hacia la figura de la actriz.
La polémica generada por Emilia Pérez trasciende el ámbito cinematográfico, convirtiéndose en un reflejo de las complejas relaciones entre la creación artística, la representación cultural y la sensibilidad social en México. El debate continúa, y la llegada de la película a los cines el 23 de enero de 2024 promete avivar aún más las llamas de la controversia.