Muchas mujeres lo intentan, y algunas, como Marlene Kalb, lo logran con brillantez.
Kalb, una actriz mexicana reconocida, regresó recientemente a la pantalla chica después de un periodo dedicado a su familia, las pequeñas Cayetana y Carola, frutos de su matrimonio de 16 años con Rodrigo Sáinz-Trápaga. Su participación en la telenovela Fugitivas, producida por Lucero Suárez, fue un éxito rotundo. Pero, ¿cómo logró este equilibrio?
En una entrevista exclusiva, Marlene reveló detalles de su vida personal y profesional. "Terminé la preparatoria y quería ser bióloga marina, pero no pasé mis exámenes. Mi mamá, para animarme, me recordó cuánto disfrutaba el arte, la literatura... y me sugirió estudiar actuación", comentó, recordando el inicio de su carrera en el CEA de Televisa.
El camino no fue fácil. "Cualquier proyecto es un reto. Hay que estudiar el personaje y todo el entorno. Es un enorme compromiso", confesó. Compartir créditos con actrices y actores de la talla de Erika Buenfil, César Évora, Silvia Mariscal, Daniela Romo y Diana Bracho, representó un aprendizaje invaluable: "Son unos primeros actores, muy profesionales, de quienes aprendí muchísimo solo al observarlos trabajar".
El trabajo en telenovelas, conocido por sus largas jornadas, es una prueba de fuego para cualquier actor. "Sí, totalmente. Muchas veces la telenovela está un poco denostada... pero no ven detrás de cámaras lo pesado que es crear un producto así", explicó Marlene, destacando el arduo trabajo involucrado.
Ser madre de dos niñas la llevó a replantearse los proyectos que acepta: "Sí, no sé si me encantaría interpretar personajes que tengan que ver aspectos violentos. A mí lo que me gustaría es que toda la familia pueda ver mi trabajo en el futuro y los disfrute".
El apoyo incondicional de su esposo fue fundamental: "Él siempre ha dicho: 'yo la conocí terminando su formación en el CEA y la voy a apoyar hasta que ella quiera'. Mi trabajo nunca ha sido un tema". Pero el pilar fundamental fue su madre: "Mi mamá me apoyó muchísimo. Ella dormía con la pequeñita que se despertaba a pedir leche, para que yo no tuviera que despertarme en las madrugadas. ¡Se voló la barda!"
La actriz también compartió su visión sobre el matrimonio: "Todo el tiempo nos reímos mucho, nos incluimos en todo y el que tengamos buena relación con los amigos del otro también ayuda". Y sobre el futuro de sus hijas: "Haciendo lo que quieran, eso sí, con respeto y sin dañar a nadie, pero siguiendo sus sueños para convertirse en profesionales en lo que sea que decidan."
Fuera de las cámaras y los sets, Marlene se define como "una mujer tranquila y soñadora. Cero aprensiva y eso ayuda mucho porque soy sociable y me encanta reunirme con mis amigos para ir a comer. También me gusta estar en casa viendo películas, aunque últimamente con mis dos hijas no he podido hacerlo". La vida, sin duda, le sonríe.