Este es el caso de dos figuras públicas que, en los últimos días, han experimentado un cambio significativo en sus vidas, cada uno en su propio escenario.
Coleen Rooney, la esposa de Wayne, ha estado en el ojo del huracán tras su participación en "I'm a Celebrity... Get Me Out of Here!", donde logró un segundo lugar. Su participación, que le reportó un jugoso contrato de £1.5 millones según algunas fuentes, ha catapultado su carrera a nuevas alturas. Su regreso a casa no ha sido una pausa, sino una continuación de este éxito.
En un video publicado en Instagram, Coleen atribuyó su radiante piel, comentada por sus seguidores, al uso de productos de la marca Applied Nutrition, con la que recientemente firmó un acuerdo. "He recibido muchos mensajes encantadores sobre mi piel mientras estaba en la selva, y también muchas preguntas", comentó Coleen. En el video, describe su rutina de belleza, incluyendo un suplemento de hidratación utilizado después de la fiesta de despedida del programa.
Mientras tanto, a cientos de kilómetros de distancia, su esposo, Wayne Rooney, enfrenta una realidad completamente diferente. El entrenador del Plymouth Argyle, con un salario estimado de £500,000 al año, se encuentra bajo una intensa presión debido a los malos resultados del equipo, que se ubica en la segunda posición desde abajo de la tabla tras solo una victoria en los últimos 10 partidos. A pesar de los rumores sobre su posible despido, Wayne mantiene una postura firme, enfatizando su compromiso con el equipo y sus planes para reforzar la plantilla en enero:
"Siempre hay conversaciones honestas entre yo, Neil (Dewsnip, director de fútbol), Andrew (Parkinson, director ejecutivo), Simon – quienquiera que sea – sobre cómo podemos mejorar, y desde el punto de vista de reclutamiento, qué jugadores podemos traer para ayudar, qué jugadores necesitamos, qué jugadores necesitamos sacar. Todas estas conversaciones están ocurriendo, así que para enero estaremos en la mejor posición posible para conseguir lo que necesitamos."La familia Rooney, con Coleen retomando sus actividades cotidianas – como llevar a sus hijos Kai (15), Klay (11), Kit y Cass a la escuela – y Wayne lidiando con los desafíos profesionales, muestra dos caras de la misma moneda: el triunfo y la lucha, la celebración y la presión, dos historias entrelazadas que se desarrollan en paralelo.
Coleen, en otro video, agradeció el apoyo de sus fans, reconociendo la dureza de la experiencia en la jungla pero celebrando el vínculo creado con sus compañeros: "Lo que me ha encantado es que todos lo vieron en familia y trajo amor, risas y lágrimas a los hogares, todos lo experimentaron juntos y nosotros lo experimentamos juntos como un campamento". Su regreso a las redes sociales, con la promesa de mayor contenido, refleja un nuevo capítulo en su vida, post-jungla.