Aunque la noticia aún retumba en los oídos de muchos, empecemos por recordar la inmensa trayectoria de una artista que dedicó su vida a la música. Alfa Anderson, nacida el 7 de septiembre de 1947, no solo fue una cantante excepcional, sino también una educadora con una maestría de la Universidad de Columbia. Su debut profesional fue impactante: "Big Man (1976) de Cannonball Adderley, estrenado en el Carnegie Hall", según su biografía. Participó en producciones del Lincoln Center, grabó coros para leyendas como Nat Adderley, Ray Barretto, y hasta prestó su voz a la banda sonora de The Wiz (1978), con Diana Ross y Michael Jackson. Una carrera que comenzó con brillo y continuó ascendiendo.
Pero fue su encuentro con Luther Vandross, quien la presentó a Nile Rodgers y Bernard Edwards de Chic, lo que cambiaría su vida para siempre. En 1977, se unió a la banda, inicialmente como corista en temas como "Everybody Dance". Sin embargo, su talento era innegable. Después de la partida de Norma Jean Wright, Alfa, junto con Luci Martin, se convirtió en la vocalista principal de Chic, compartiendo ese rol de 1978 a 1983.
De la mano de Chic, su nombre se inmortalizó en la historia de la música disco. Junto a Rodgers y Edwards, Anderson grabó clásicos como "Le Freak" y "Good Times", canciones que catapultaron a Chic a la fama mundial. "'Le Freak', uno de los sencillos más exitosos de la banda, fue el 'sencillo más vendido en la historia de Atlantic Records' durante más de 30 años y fue incluido en el Salón de la Fama de los Grammy en 2015". Un hito que la consagra como una leyenda.
Tras la separación de Chic en 1983, Anderson no se detuvo. Colaboró con innumerables artistas, incluyendo a Bryan Adams, Mick Jagger, y Teddy Pendergrass, mostrando su versatilidad y su inagotable talento. Incluso en años recientes, lanzó su primer álbum solista, "Music From My Heart" (2017), presentándolo en un concierto con localidades agotadas en el Joe's Pub de Nueva York. Una trayectoria que refleja una carrera musical intensa y llena de logros.
La noticia de su fallecimiento a los 78 años, confirmada por Nile Rodgers en Instagram, deja un vacío en la industria musical. Aunque la causa de la muerte no se ha revelado públicamente, la memoria de su potente voz y su legado musical perdurará a través de las generaciones.