Pero hay una conversación paralela, un susurro en los círculos de Hollywood que ha comenzado a cobrar fuerza.
Todo comenzó en una reunión informal entre nominados al Premio SAG. Robert Downey Jr., el icónico Iron Man, compartió sus opiniones con Sterling K. Brown y Willem Dafoe. El tema: la interpretación de Margot Robbie en Barbie.
Downey Jr., nominado al Oscar por su papel en Oppenheimer, no escatimó en elogios para Robbie. "Nunca deja de impresionarme y recordarme cuán poco necesitas hacer para ser efectivo," comentó, destacando la sutileza y la eficacia de la actuación de la actriz australiana. "Margot Robbie no está recibiendo suficiente crédito, en mi opinión", añadió, generando un inmediato revuelo.
Su comentario se centró en una escena específica, en la cual la capacidad de Robbie para la "escucha activa" resultó fundamental para la narrativa. Downey Jr. describió la escena con palabras como estas: "Es Robbie quien tuvo que confiar... y es difícil cuando alguien tiene el maldito pasaje de dos páginas y dicen, 'Ok, ahora saltemos y obtengamos a Bob'". Una frase que deja entrever la complejidad detrás de una aparente sencillez.
La situación se vuelve aún más interesante al considerar que Ryan Gosling, coprotagonista de Barbie, también está nominado al Oscar en la categoría de Mejor Actor de Reparto. Este hecho añade un elemento competitivo inesperado a la gala, con dos actores de la misma película compitiendo por la misma estatuilla. Ambos actores, además, comparten algo en común: el apoyo abierto de Robert Downey Jr. a sus colegas.
El debate sobre la falta de nominaciones para Barbie en categorías clave como Mejor Actriz y Mejor Director, solo con una nominación para Greta Gerwig en Mejor Guión Adaptado, se intensifica con las declaraciones de Downey Jr. Aunque Robbie y Gerwig aún guardan silencio, las opiniones expresadas por otros miembros del elenco y por el mismo Downey Jr. han desatado una ola de comentarios en redes sociales.
La ausencia de Barbie en las categorías principales, a pesar de su éxito de taquilla, ha puesto en tela de juicio el proceso de selección de la Academia y ha generado un intenso debate sobre el reconocimiento del talento en la industria cinematográfica, un debate que, sin duda, perdurará mucho después de la entrega de los premios.