En el centro de la polémica se encuentran Blake Lively y Justin Baldoni, actores que compartieron pantalla en la adaptación cinematográfica de "Romper el círculo". Lively ha presentado una demanda contra Baldoni, acusándolo de acoso sexual y de orquestar una campaña de difamación en su contra. La demanda se basa en "varias páginas de mensajes de texto y correos electrónicos" obtenidos mediante una citación a la firma Jonesworks LLC, encargada de las relaciones públicas de Baldoni.
El abogado de Baldoni, Bryan Freedman, ha salido al paso negando las acusaciones. Según Freedman, los mensajes de texto presentados como evidencia "han sido sacados de contexto". Alega que el equipo de relaciones públicas de Baldoni, TAG PR, actuó dentro de los estándares de gestión de crisis y que las sugerencias de acciones contenidas en dichos mensajes nunca se llevaron a cabo. Freedman argumenta que la actual percepción pública de Lively es resultado de sus propias acciones durante la promoción de la película. "El escenario de planificación estándar que TAG PR redactó resultó innecesario, ya que las audiencias encontraron desagradables las propias acciones, entrevistas y estrategias de marketing de Lively durante la gira promocional", declaró Freedman a Us Weekly.
Por su parte, la publicista de Baldoni, Jennifer Abel, también se ha pronunciado a través de un post en Facebook (posteriormente eliminado) que confirma la autenticidad de los mensajes. Abel asegura que las conversaciones "no llevaron a acciones concretas contra Lively", destacando la existencia de tensiones con el equipo de Lively que complicaron la promoción de la película. Abel afirma haber sido informada de que "el equipo contrario había estado plantando historias horribles sobre mi cliente como un ‘plan de contingencia’".
La demanda de Lively incluye acusaciones de acoso sexual durante el rodaje, manipulación del guion para incluir escenas no consensuadas y la necesidad de la intervención de su esposo, Ryan Reynolds, y Sony Pictures para abordar las presuntas conductas inapropiadas en el set. Tras la demanda, Baldoni perdió el apoyo de su agencia WME y un premio otorgado por Voices of Solidarity. Freedman califica las acusaciones como "falsas, escandalosas e intencionalmente sensacionalistas", considerándolas un intento de Lively por mejorar su imagen pública.
Entre los apoyos a Lively destacan la autora de "Romper el círculo", Colleen Hoover, y algunos coprotagonistas de la película, como Brandon Sklenar y Jenny Slate. La controversia continúa, dejando un velo de incertidumbre sobre el desenlace de esta batalla legal que expone las complejidades de las relaciones de poder en la industria cinematográfica.