La bailarina Oti Mabuse, reconocida por su participación en Strictly Come Dancing, compartió recientemente un emotivo mensaje en redes sociales. No se trató de un anuncio de un nuevo proyecto o una aparición en la alfombra roja, sino de un aniversario profundamente personal.
Se conmemoraba el primer año de que su hija, nacida prematuramente en noviembre de 2023, llegara a casa. A sus 34 años, Oti y su esposo, Marius Lepure (41), vivieron momentos de intensa preocupación. La bebé llegó al mundo con una infección y necesitó seis semanas de cuidados intensivos en el UCLH (University College London Hospitals).
"Un año atrás, trajimos a nuestra niña a casa, y aún parece un sueño," escribió Oti, acompañando el texto con adorables fotos de la pequeña y su familia. "Después de semanas de cuidados increíbles por parte de las matronas del UCLH (¡gracias no es suficiente!), finalmente estaba lista: respirando por sí sola, comiendo por sí sola y con el peso adecuado."
La publicación detalla los desafíos que enfrentó la familia. Oti, quien anteriormente había revelado su diagnóstico de prediabetes gestacional a las 28 semanas de embarazo, también sufrió complicaciones posteriores al parto, incluyendo sepsis.
La experiencia, según sus propias palabras en una entrevista en Loose Women, fue traumática. Describió el momento en que su hija fue llevada a la incubadora, llena de cables y máquinas, sin poder disfrutar del contacto inmediato tras el nacimiento. "Ese mundo prematuro solo se conoce cuando lo estás pasando... Fue una época realmente, realmente aterradora," confesó.
Ahora, un año después, el mensaje de Oti es uno de profunda gratitud y alegría. Su hija, describe, es "atrevida, graciosa, llena de energía, y llena nuestra casa de risas y amor." La experiencia, afirma, les enseñó sobre fortaleza, esperanza y el invaluable significado de la familia.
La publicación recibió mensajes de apoyo de figuras como su hermana, Motsi Mabuse, y celebridades como Fleur East y Stacey Dooley. Una historia conmovedora que trasciende la fama y nos recuerda la belleza de la vida y el poder del amor familiar, incluso ante la adversidad.