Hablamos de Charlie Lawson, el actor que interpretó al inolvidable Jim McDonald en Coronation Street. A sus 65 años, Lawson ha revelado detalles impactantes de su pasado en su autobiografía, That’s Life, una obra que promete dejar a más de uno con la boca abierta.
En ella, detalla sus desenfrenadas noches de fiesta junto a Katie Price, describiendo encuentros donde, según sus palabras, "probábamos cualquier cosa que cayera en nuestras manos". La publicación se adentra en un periodo de excesos, donde el alcohol y las drogas jugaron un papel principal en su vida. Lawson confiesa haber consumido cocaína, heroína, éxtasis, LSD, anfetaminas y cannabis, llegando a beber más de una botella de whisky en una sola noche en el punto álgido de sus adicciones.
Pero la revelación no se queda ahí. El actor admite abiertamente su complicada relación con su hija, Laura, a quien considera haber descuidado durante su infancia debido a sus adicciones: "Era un padre bastante inútil. El internado la alejó de mí, no me interesaba. Mis nietos me adoran, pero a mi hija solo puedo ofrecerle las más sinceras disculpas por mi comportamiento egoísta". Esta confesión, realizada previamente en una entrevista en 2019, pone de manifiesto el profundo arrepentimiento que siente.
El relato se extiende a su matrimonio con Lesley Bond, una unión marcada por la violencia doméstica. Lawson describe episodios de abuso físico, incluyendo un ataque con unas tijeras que le dejó una cicatriz y lo llevó a contemplar el suicidio. "Sabía que la vida no podía continuar así. Dejarla me rompería el corazón, pero si yo no estaba, todo se resolvería", confiesa el actor, describiendo cómo una llamada desesperada a su amiga Eva Pope le ayudó a salir de esa situación.
Más allá de sus problemas personales, Lawson también relata sus experiencias en el ambiente nocturno de Manchester, donde compartía momentos con otros actores de la serie y hasta con futbolistas del Manchester United. Su vida, antes de encontrar estabilidad con su actual esposa, Debbie, fue un torbellino de excesos y momentos oscuros, que hoy comparte con un crudo realismo.
La publicación de sus memorias no solo revela una faceta desconocida del actor, sino que también destaca la complejidad de las personas detrás de la imagen pública que proyectan.