Su participación en Otro Rollo, programa icónico de la televisión mexicana, no comenzó con aplausos. De hecho, Yordi Rosado reveló recientemente, durante una charla con el Burro Van Rankin, un capítulo poco conocido de su historia: las duras críticas que recibió de los productores del programa en sus inicios.
“Me gusta todo, menos Yordi. Yordi no tiene nada que hacer ahí. Solo estorba”, fueron algunas de las frases que, según Yordi, escuchó de los ejecutivos de Televisa. La situación llegó a un punto crítico tras un focus group, donde la evaluación fue contundente: su presencia era considerada innecesaria, incluso perjudicial para la dinámica del programa.
La situación impactó profundamente a Yordi. “Se me salió la lagrimita”, confesó, al describir el momento en que compartió esas críticas devastadoras con Adal Ramones. La reacción de Adal, sin embargo, resultó crucial. En lugar de ceder a la presión, Adal decidió proteger a Yordi, ignorando los comentarios negativos e instándolo a permanecer en el programa.
El apoyo de Adal fue una apuesta arriesgada, pero que resultó ser providencial. Con el tiempo, la sección de entrevistas de Yordi, inicialmente de solo 10 minutos, fue ganando terreno, capturando la atención de la audiencia. Su popularidad creció hasta superar incluso, en rating, al famoso monólogo de Adal Ramones.
Esta historia, lejos de ser una simple anécdota, es un testimonio del poder de la perseverancia y la importancia de contar con aliados estratégicos en la industria del entretenimiento. La decisión de Adal Ramones no solo salvaguardó la carrera de Yordi, sino que también enriqueció la trayectoria de Otro Rollo.