En este contexto, una figura destaca: Majo Aguilar, la "ranchera galáctica", como ella misma se define, una artista que fusiona la tradición con sonidos innovadores. Su "aesthetic Space Cowboy", traducido a su contexto cultural, refleja una búsqueda constante de nuevos horizontes musicales.
Recientemente, Aguilar reveló una fuente inesperada de inspiración para sus próximos trabajos: Peso Pluma. No se trata de una simple imitación, sino de una fascinación por la potencia sonora de los corridos tumbados y su capacidad para conectar con las nuevas generaciones.
Durante su participación en el Festival Arre, Majo tuvo la oportunidad de presenciar una presentación de Peso Pluma. “Pude ver 10 minutos de la presentación de Peso Pluma y recuerdo que se me puso la piel chinita por escuchar los instrumentos y es impresionante [...] Desde ahí dije 'tengo que mezclar ese sonido'”, confesó a Ventaneando.
La idea no es una simple adopción, sino una fusión. Majo busca la sinergia entre la potencia del mariachi y la frescura de los corridos tumbados: “El Mariachi en sí ya es súper poderoso e imponente; ahora con un poquito de docerolas (guitarras de 12 cuerdas), con un trombón y esos elementos [...] Ya estamos en ensayos y tengo unas canciones, no tienen idea cómo suena y me llena el alma de ilusión”.
Este proceso creativo no se limita a la simple yuxtaposición de estilos. Se trata de una exploración profunda, un intento de enriquecer la tradición mexicana con la energía de lo contemporáneo. El resultado, según la propia artista, promete ser una propuesta completamente original y emocionante.
En un panorama musical en constante evolución, la música regional mexicana se reinventa, explorando nuevas hibridaciones, nuevas narrativas, y nuevos sonidos. Artistas como Majo Aguilar, con su audacia y visión innovadora, son claves para impulsar esta transformación.
La influencia de Peso Pluma en la nueva etapa musical de Majo Aguilar es sólo un ejemplo de la rica y dinámica interacción entre generaciones y subgéneros dentro del regional mexicano. Un fenómeno que se expande y evoluciona constantemente.