Selena Gomez, la actriz y cantante texana de raíces italianas y mexicanas, es un ejemplo perfecto. Su inicio en el mundo del espectáculo, a través del programa infantil Barney and Friends, sentó las bases de una carrera que la llevaría a la cúspide del éxito juvenil con Disney Channel. Series como Hannah Montana la catapultaron a la fama, pero fue Los magos de Waverly Place (2007) la que la consolidó como estrella, abriendo además la puerta a su carrera musical con la banda Selena Gomez & the Scene.
Su romance con Justin Bieber, ampliamente documentado por los medios, amplificó exponencialmente su popularidad global. Sin embargo, la joven estrella no se conformó con la etiqueta de “princesa Disney”. En 2013, protagonizó Spring Breakers, una película de Harmony Korine que marcó un quiebre radical, alejándola del público infantil y adentrándola en un cine más adulto y provocador.
Este cambio estuvo acompañado por una transformación musical y estética. Su primer álbum solista, con influencias de R&B y dubstep, se complementó con un estilo moderno y sofisticado, gracias a la colaboración con la estilista Kate Young. Colaboraciones con marcas de lujo como Louis Vuitton, Givenchy y Versace la consolidaron como un ícono de la moda.
El camino, sin embargo, no estuvo exento de dificultades. En 2016, canceló una gira debido a problemas de ansiedad y ataques de pánico. Posteriormente, reveló su diagnóstico de lupus y el posterior trasplante de riñón, donado por su amiga Francia Raisa. Este proceso, lejos de frenarla, fue un catalizador para su crecimiento personal y profesional, materializado en su debut como productora con la serie Por trece razones y una icónica portada en Vogue USA.
Su resiliencia se reflejó también en proyectos posteriores: el lanzamiento de Rare Beauty, una línea de maquillaje enfocada en la inclusión; su tercer álbum, Rare, con temas íntimos y emocionalmente crudos; y Revelación, su primer álbum en español, un emotivo homenaje a sus raíces mexicanas, con la fotografía de la portada a cargo de la española Camila Falquez. La canción Lose You To Love Me, grabada con un iPhone, representa a la perfección esta etapa de introspección e intimidad.
Recientemente, anunció su compromiso con el productor Benny Blanco, un nuevo capítulo en su vida personal que, sin duda, enriquecerá su ya fascinante trayectoria.