El foco se centra ahora en el Hotel Casa Sur, un edificio elegante en Palermo, escenario de un suceso que ha paralizado a la Argentina y al mundo. Liam Payne, exintegrante de la icónica banda One Direction, fue encontrado sin vida el 16 de octubre de 2024, después de una caída desde el balcón de su habitación.
La investigación, lejos de ofrecer un cierre, ha desatado una compleja madeja de eventos. Las primeras pesquisas apuntaron a un posible accidente, pero las piezas del rompecabezas comenzaron a encajar con la detención de Braian Paiz, un joven de 24 años, acusado de un delito grave.
Las imágenes de las cámaras de seguridad del hotel, cuidadosamente analizadas por las autoridades, muestran a Payne en compañía de Paiz la noche del 14 de octubre, casi cinco horas antes de la tragedia. “En ese lapso de tiempo, se presume que ocurrieron eventos clave que desencadenaron la caída fatal”, declaró una fuente cercana a la investigación.
El allanamiento en el domicilio de Paiz en Budge, provincia de Buenos Aires, resultó crucial. Se encontraron evidencias que, según la fiscalía, indican que Paiz suministró a Payne una cantidad significativa de cocaína. Esta información refuerza la hipótesis de que la muerte del cantante no fue accidental, sino el resultado de una presunta transacción ilícita.
Paiz, en una entrevista televisiva, admitió haber pasado la noche con Payne, pero ofreció una versión de los hechos que difiere de las pruebas presentadas por la fiscalía. “Pasamos la noche juntos, nos drogamos... pasó algo íntimo”, afirmó Paiz, una declaración que contrasta con la evidencia de mensajes de texto y otras grabaciones que apuntan a una transacción comercial.
La jueza Laura Bruniard, tras evaluar las pruebas, dictó prisión preventiva para Paiz y un empleado del hotel, ambos imputados por el delito de suministro de estupefacientes, un cargo que en Argentina conlleva penas de prisión de 4 a 15 años, dependiendo de las circunstancias del caso.
La investigación, aún en curso, explora la posibilidad de nuevos implicados. El caso ha generado un debate sobre la presión y los peligros a los que se enfrentan las figuras públicas en el mundo del entretenimiento, un contexto que, a veces, puede llevar a decisiones con consecuencias devastadoras.
El fallecimiento de Liam Payne, un talento indiscutible, deja un vacío en la industria musical. Su legado, más allá de la controversia, permanece vivo en su música y en la memoria de sus incondicionales fans.