La protagonista de esta historia es Jenny Powell, la reconocida presentadora de Wheel of Fortune, quien viajó a Marruecos con su madre de 92 años, Myra, y sus hijas, Constance (22) y Pollyanna (14). El viaje, que inicialmente prometía un descanso reparador, dio un giro inesperado a su regreso.
Todo comenzó con una larga espera de cinco horas y media en el aeropuerto de Agadir. “Soy una persona muy paciente, pero esto es inaceptable”, comentó Jenny en una publicación de Instagram, mostrando su frustración ante la falta de información por parte de easyJet sobre el retraso y posterior cancelación de su vuelo.
La situación se agravó rápidamente. En medio del caos, Jenny describió la escena como un “auténtico desastre”. La falta de comunicación con la aerolínea, la incertidumbre sobre el transporte y la búsqueda del equipaje añadieron estrés a una situación ya complicada, especialmente considerando la edad de su madre.
A pesar de las dificultades, la actitud de Myra fue admirable. En fotos compartidas, se la ve sonriente, incluso en medio del caos. “Fue muy relajante, la gente muy amable”, comentó Myra sobre su experiencia en Marruecos antes del contratiempo en el aeropuerto.
Jenny, además de su rol como figura pública, ha mostrado una gran vulnerabilidad al compartir experiencias personales como su recuperación de una histerectomía el año pasado. “Tomar en serio el proceso de recuperación es fundamental”, compartió en sus redes sociales. Su resiliencia tras esta cirugía se refleja en la forma en que abordó esta inesperada situación con easyJet.
Finalmente, tras la cancelación, la familia se alojó en un hotel en Agadir. Un nuevo intento de regreso a Reino Unido se vio afectado por las inclemencias meteorológicas. Una oferta de easyJet para reubicar a algunos pasajeros en vuelos alternativos por 450€ sumó otro giro a esta trama inesperada.
La experiencia, llena de incertidumbre y contratiempos, terminó con la familia en un taxi rumbo al aeropuerto para un nuevo intento de regreso. La historia deja claro que incluso las vacaciones mejor planificadas pueden enfrentar imprevistos que ponen a prueba la paciencia y la capacidad de adaptación.