Más allá del revuelo por su papel como la icónica "Bruja del 71", Noli se refirió a un capítulo importante de su vida privada: la relación en desarrollo entre su hija Valentina y su padre, el actor Jorge Salinas, después de años de ausencia. Esta reconciliación, según Noli, ha sido un proceso gradual y significativo para Valentina, quien ahora tiene 18 años.
"Estoy muy contenta, es de las cosas que puedo celebrar," afirmó Noli, visiblemente emocionada. "Es una relación entre mi hija y la familia de su padre, con sus hermanos y todo, ha sido algo por lo que hemos trabajado durante todos estos años... ha sido un extraordinario regalo".
La actriz explicó que el deseo de que Valentina y su padre se acercaran fue una aspiración suya desde el principio. Se enfocó en brindar a su hija el apoyo emocional necesario para enfrentar este eventual encuentro. Noli destacó el papel fundamental de Elizabeth Álvarez, esposa de Jorge Salinas, en facilitar este proceso de reconciliación.
Noli enfatizó: "Ellos ahora tienen su contacto, su comunicación; claramente poder cerrar el ciclo de una ausencia como tal, le cayó muy muy bien... están reconstruyendo su relación desde cero".
Aunque evitó entrar en detalles sobre los aspectos económicos del acuerdo con Salinas, Noli sí aseguró: "Son acuerdos que ya tenemos, que son internos, pero donde él sí está respondiendo muy bien, dándole la cara muy bien, es dándole a Valentina esa seguridad que ella necesita". La prioridad, recalcó, es la felicidad y bienestar de su hija.
La historia de Noli resuena con muchas familias mexicanas que han vivido situaciones similares. Su relato, lejos de ser un simple hecho social, se transforma en un ejemplo de resiliencia, una prueba de que la comunicación y el tiempo pueden reconstruir lazos rotos.
En cuanto a las fiestas decembrinas, Noli aclaró que Valentina no las pasó con la familia de Salinas, aunque no descartó futuras reuniones familiares.